- ESPERARÉ Y ESPERO NO FALLAR
- AGUANTARÉ Y ESPERO NO FALLAR
- MANTENDRÉ MI MENTE MUY ABIERTA PARA CUANDO QUIERAS COMUNICARTE
- SEÑOR, TU SABES LO QUE NECESITO
- PROCURA A MI FAMILIA
- PROCURAME COMO HASTA AHORA
- NO NOS DEJES SENTIRNOS SOLOS
- AYUDA A QUE EN MI HOGAR HAYA PAZ Y TRANQUILIDAD
- DOTAME DE SABIDURIA, PACIENCIA, HUMILDAD SENCILLEZ, HABILIDAD PARA DESPLAZARME EN TODOS LOS AMBITOS
- QUE MI FAMILIA ENCUENTRE LA LUZ QUE TAL VEZ NO HA VISTO
- PERO SEÑOR, QUE NO SE HAGA LO QUE YO QUISIERA SINO LO QUE TU MANDES PARA NOSOTROS, LO RECIBIRÉ
- TE QUIERE MUCHO, TU AMIGO Y FIEL SERVIDOR EL PADRINO
Hoy con lagrimas en los ojos escribo esto, porque sin darme cuenta el volvió su mirada a mi y mi familia, nos procuro el pan que noche a noche nos llevamos a la boca, procuro la alegría entre los integrantes de mi familia, devolvió a mi hogar la paz y tranquilidad años atrás anhelada…
Me doto de sabiduría, paciencia, humildad, sencillez, para abrirme camino en todos los ámbitos, y yo estúpidamente no me daba cuenta de su presencia día a día.
Hoy en día mi familia ve la luz con alegría pero se lo adjudicamos a otras cosas, y me doy cuenta que solo es el resultado de la presencia de Dios en nuestras vidas…
Desde hace mucho empecé a decir “Dios es mi cuate” tengo una extraña forma de comunicarme con Él pero es muy eficaz…
Hoy me lo volví a encontrar, porque el así lo quízo, para recordarme que esta con nosotros día a día que no nos olvida, que somos sus hijos y que velará por nosotros siempre…
Señor escribo esto abriendo mi corazón, mi mente y todos mis sentidos para cuando tu decidas comunicarte conmigo, te amo.
A mi mente llega una pequeña oración que en otro tiempo abrió mis ojos y que comparto nuevamente con ustedes:
Señor...
...Ayúdame a decir la verdad
delante de los fuertes y a no decir
mentiras para ganarme el aplauso
de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la
humildad.
Si me das humildad, no me quites
la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra
cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición
a los demás por no pensar
igual que yo.
Enséñame a querer a la gente
como a mí mismo y a no juzgarme
como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo
si triunfo, ni en la
desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el
fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar
es un signo de grandeza y que la venganza
es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame
fuerzas para aprender
del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente,
dame valor para disculparme
y si la gente me ofende,
dame valor para perdonar.
¡Señor...si yo me olvido de tí,
nunca te olvides de mí!
A T E N T A M E N T E
Tu hijo El Padrino.