martes, 24 de noviembre de 2015

Tomando una taza de café con tu recuerdo





El frío atormenta mi corazón, hace mucho no siento tu presencia, esa extraña vinculación que teníamos ha desaparecido, el tiempo ha hecho su trabajo, el miedo que lo acompañaba fue mordaz, su víctima, casualmente he vuelto a ser yo.

Con una extraña melancolía que me embarga, me he cuestionado respecto a todo y me di cuenta que si existe el infierno y es al que nos sometimos a través de la distancia, del tiempo, que brillantes somos, una coraza impenetrable, pero solos al final del día, podemos estar rodeados de personas, pero seguimos solos, que gran ironía.

Tal vez hablo por los dos, tal vez sólo hablo por mi, me gustaría que esto último fuera cierto ya que odiaría mucho que por alguna decisión que yo haya tomado tu estés sufriendo.

Intentaré dormir, aunque mi cuerpo no este cansado y mi alma este peleando desesperadamente, intentaré soñar aunque de nada valga un sueño vacío, donde no hay ilusión, donde no hay compañía, intentaré vivir, aunque no te tenga, aunque no cuente con un motivo para levantarme.

Me retiro, no por miedo a pelear, sino porque se que no quieres eso, jamás me verás de forma distinta y eso es en su esencia una batalla perdida desde el inicio, porque para avanzar en estos temas se requieren dos y aquí yo sólo veo uno, sólo me veo a mi.

Se feliz.


jueves, 19 de noviembre de 2015

¡Me han robado!



Después de una larga jornada de trabajo, empecé a hacer el análisis de lo que tenía en mente para el siguiente día, ¡vaya sorpresa! sólo apareciste tú, un tanto ofuscado por esa incertidumbre que hay entre nosotros, empecé a sacar las cosas de mis bolsillos, hasta vaciarlos, pero grande fue mi sorpresa al no encontrarlo más importante, busque en todas las bolsas nuevamente, recorrí el camino andado con la mirada fija hacia el suelo pero no estaba; así que me dispuse a preguntar y nadie lo había visto, algunas amigas y amigos me ayudaron a buscarlo al día siguiente, pero no tuvimos éxito, de pronto, sentado en la oficina exclamé "¡Dios mío, me han robado!"; y efectivamente eso fue lo que pasó, confié tanto en ti que no me percaté de tus intenciones, abrí de par en par las puertas de mi mundo y creí que nada pasaría, ¡que grave equivocación!

La persona que nunca imaginé que se atrevería a tener esta conducta, lo hizo, la joya más preciada que tengo me fue arrebatada justo frente a mis ojos, llevándose además la luz que emanaba.

Me siento triste y un tanto vacío, podría decir que burlado, sin embargo, espero recuperar aquello que me fue arrebatado sin piedad, así es, hablo del corazón y el ánimo, y mientras lo recupero ocultaré mis sentimientos tras una fría pero normal sonrisa.

Sé feliz.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Te amo, pero, tengo que dejarte.



Después de la última consulta que di, me puse a pensar en ti, sí, ya lo sé, me pediste tiempo y distancia, pero vives en mi mente y corazón, y estoy buscando la manera de sacarte de ambos lugares, así que, siendo sinceros lo que más me preocupa es el corazón.

"No estoy lista" una frase extraña que envolvía todo, ¿cómo pasamos de ser las personas más felices del mundo a las personas más indiferentes del mundo?.

Te extraño demasiado, pero hasta tu petición más incoherente la he cumplido, amor, un amor perfecto mientras fue recíproco.

Que triste es saber que tú también me extrañas, pero como amigos, porque tu pasado sigue presente, no te das cuenta que en ese pasado jamás encontrarás futuro, pero bueno, yo me tengo que retirar, para que logres tus metas.

Un día lo entenderemos, sabremos el por qué estábamos destinados a no continuar con esta historia.

Empiezo a hacerme a la idea de ya no verte cada fin de semana, de volver a vivir la vida solo aunque, aún lidio con este sentimiento.

Jugando con el amor ambos salimos lastimados, de distintas formas, pero heridas al fin de cuentas.

Estamos en nuestro proceso de olvido, supongo que tu decisión fue para no hacerme daño, sin tomar en cuenta que con la misma estamos matando todo.

Soy el malvado, por dejarte ir, por cumplirte cuanto deseo pediste, por no correr detrás de ti cuando te fuiste, pero el amor que te tengo no es de novela, esos, me quedan chicos, yo quiero un amor real, uno donde tú estés aquí por tú voluntad, uno donde no tenga que temer a cada instante porque soy una opción no una decisión, un amor que no dependa de nadie, pero que se entregue recíprocamente, que lastima es saber que sólo uno es quien apuesta todo, seguramente perderé, y el problema es que no se amar a la medida, sólo puedo amar sin medida, porque es lo que entiendo como correcto. A los dos nos duele, tú quieres de vuelta a tu amigo que estaba incondicionalmente, que fungía como tu pareja, sin serlo, yo extraño a mi pareja que fungía como mi amiga, pero entiendo que no se puede, me duele mucho debido a que pase experiencias muy bonitas contigo. Lo poco que puedo pedir ahora es se feliz con tu nueva conquista, se feliz con tu nueva vida, entiendo que hoy por hoy, yo me he convertido en parte de tu pasado, y es por eso que te tengo que decir algo... 

Te amo, pero, tengo que dejarte.

lunes, 26 de octubre de 2015

Defendiendo la ciudadela



Y el terror se hizo presente, todos corrían hacia la ciudadela, para encontrar refugio detrás de sus magnificas murallas.

Me alcé en vuelo hacia la montaña más elevada para recorrer con la mirada el campo de batalla y ahí estaban nuevamente, muy a lo lejos pero se acercaban con gran rapidez.

-Demonios, cuando entenderán, si ya han sido vencidos una vez por mi ejército, por más tropas que traigan, el final será el mismo.

Regresé presto a la ciudadela.

-¡Cierren las puertas! y defiendan la muralla, una nueva batalla se acerca.

Con la pasión encendida en la mirada rugí hasta hacer temblar el suelo, mi ejercito estaba listo, no habrá tregua.

-¡Dejen que se acerquen tanto como sea posible!, incluso déjenlos escalar por las murallas, todos tendrán un trágico final.

La estrategia ya estaba dictada.

Llamé a mis guardias personales.

-Ustedes vienen conmigo- y sin mayor explicación salimos por la puerta lateral, hacia lo desconocido...  




Una avanzadilla de 600 demonios intentó prender fuego a la puerta, pero mis tropas estaban preparadas para esa situación y exterminaron la amenaza.

Pese a los ataques el ambiente en la ciudadela se respiraba tranquilo y agradable, todo tenía un control estricto para vivir en armonía.

Los centinelas se turnaban para descansar pero al sonido del cuerno de guerra todos ocupaban sus puestos; una vez controlada la situación se volvía al estado de meditación y alerta.

Ya en la espesura de los bosques contiguos dicté las ordenes precisas a mis guardias personales.

-Señores, se dividirán en dos grupos y de cada grupo se generará una avanzadilla de 20 guerreros, los más veloces para correr, la última linea de guerra será compuesta por sus mejores hombres, el primer grupo se llamará oro, el segundo, plata, oro atacará por el flanco izquierdo, y plata por el derecho, quien debe salir primero a combatir será plata, debido a que tiene que rodear la ciudadela así que alisten todo y sin demora alguna lleven la estrategia al pie de la letra.

-Oro tu aguardarás en el bosque dos días, después de que salga el sol ¡atacas!.

-¿Pero Señor?... ¿quién lo cuidará a usted?

-No te preocupes viejo amigo, yo los veré en el centro del combate.

Dicho lo anterior, salí del bosque tan rápido que no di tiempo para ningún otra pregunta.

Volé incansablemente hacia el lago encantado y postrándome en la orilla convoqué a los magos.

-Sabios del mundo, una batalla se acerca, mi ciudadela corre peligro, requiero de su apoyo, pues aún mi escolta personal verterá su sangre en los campos de batalla.

Los trece magos aparecieron entre llamas azules y su líder comentó.

-Joven Dragón, tu confrontación fue aventurada, el peligro que corre tu ciudadela esta escrito desde hace siglos, nosotros ya sabíamos de tu llegada, lamentablemente para ti, en esta ocasión nos es prohibido intervenir por el Maestro.

- ¿Pero qué demonios estas diciendo?, ¿no recuerdas que cuando el lago estuvo a punto de caer en manos del mal mi ejercito y yo fuimos quienes los protegieron?, ¿acaso se te olvida que han vivido todo este tiempo bajo la protección de mi reino? pues bien, ahora te digo que necesito de su ayuda, y ¿niegas una alianza?

-Si, por orden del Maestro.

-¡No cuestionaré su designio, pero no lo entiendo!.

-No huyas de tu destino, pues te lo encontrarás en el camino, Joven Dragón.

-No voy en huida de mi destino, Gran Sabio, si me ves salir de mi Reino, es porque voy a su encuentro.

Molesto y sin la pieza clave para ganar la batalla ya había perdido un día, y en mi mente surcaba la idea fija de: mañana será el inicio de un combate decisivo.

Cansado por el viaje, seguí volando tan rápido como pude hasta llegar de frente a la ciudadela, contemplé un ejercito 10 veces más grande que al que vencí, y yo, atacaba con un ejercito 10 veces menos del que saqué en mi última batalla.

-¡Dios mío!, nadie sobrevivirá.

El combate arreciaba en el centro, mis bajas eran pocas pero las de ellos aunque mayores en número, no amedrentaron a su ejercito oculto.

Bajé a sus espaldas y quemé a tantos como pude, intentaron atraparme con vida y levante el vuelo entre flechas y lanzas, mi ejercito ya cansado desde lo lejos vio mi silueta, revolviéndose en el aire, para no ser herido y exterminando a tantos como la fuerza me daba y de pronto...

La flecha de una mujer hizo su trabajo, acertó en la parte débil de un Dragón, el pecho, a la altura del corazón, el único sonido que se repetía en mi mente era la punta cortando el aire y desgarrando mi armadura.

Agité mis alas tan fuertes como me permitió la poca vida que me quedaba.

Mis guardias personales, arremetieron contra sus enemigos, valientes caían entre tantas espadas, lanzas y flechas pero ninguno se dejó vencer por el miedo.

El cuerno de la escolta personal resonó como jamás lo había hecho, en medio de la atroz masacre, y al momento la ciudadela abrió sus puertas, el grueso del ejercito que la cuidaba estaba por salir a defender a su Rey.

-¡No lo hagan!, ¡es una trampa!, ¡no salgan!, esa no fue la orden que di.

Pero estaba tan lejos que no me escucharon.

Inició su avance, la tierra se estremecía, el enemigo estaba alerta, un Rey casi vencido a la distancia, gravemente herido, al interior de las murallas, todo parecía caos.

Trompetas de negro sonido se escucharon cuando la mitad de mi ejercito estaba saliendo; de los flancos asomaron más demonios, la ciudadela estaba completamente desprotegida, o salían completamente o regresaban completamente, pero en ambos casos el ejercito obscuro vencería.

-¡Zeus!, ¡no!, -había caído uno de los principales generales del ejército- atravesado por la espada de un enemigo, su rostro de dolor jamás lo olvidaré.

Entrados en deseos de sangre los demonios salieron de sus escondites, la magnitud del ejercito era avasalladora, seiscientos a uno.

Las fuerzas me abandonaban, poco a poco, con la idea de haber perdido el último combate, en manos de quien jamás creí capaz de caer...

Un ejército descontrolado frente a una hueste de demonios que surgían a borbotones de entre los bosques, sin espacio ni tregua.

Y con mi último aliento de energía, divisé a un jinete blanco, que atravesaba raudo entre, muertos, guerreros, guardias personales, demonios, lanzas, flechas y antorchas hacia mi posición.

Un frasco en la mano, la esperanza de todo un reino a libre galope y sin coraza alguna...

Mis ojos se cierran y la luz de la esperanza se apaga, parece que ya no habrá un mañana...

-Mi Señor, unas gotas de vida, el néctar de aquella flor que protegió hace un tiempo.

La energía volvió a mi como un torbellino desde el interior de mi corazón, que quemaba y cicatrizaba todas las heridas que estaban marcadas en mi cuerpo, saqué la flecha que me hizo caer y aún mareado avancé andando.

-Sigan luchando, no vamos a perder, la batalla esta cantada en glorias sobre el futuro de nuestra ciudadela, aún quienes han creído que caímos, se darán cuenta que su error es épico.

Mientras me levantaba, escuché otro cuerno de guerra, un sonido conocido, la ciudad de otro dragón estaba siendo desbastada.

-¡Pero que demonios!, escucha bien, Grut, lleva este néctar a la ciudad vecina, su líder lo necesitará.

-¡Pero Señor!, usted necesita esto ahora.

-¡Es una orden!, no pierdas más tiempo, yo estaré bien.

Ya un tanto recuperado, una nueva oleada de demonios venían del horizonte, montados en cuervos gigantes.

Del grupo plata sólo quedaban un puñado, peleando como un verdadero poema, el grupo oro aunque le sobrevivían mayor número de integrantes, se veía muy poco alentador su final, a las puertas de la ciudadela, el ejercito obscuro seguía intentando entrar sin alcanzar su objetivo, aún siendo engañados, defendían la posición.

Volvía a levantar el vuelo hacia el castillo e hice sonar los cuernos de retirada. Muy pocas veces se escuchaba este sonido en mi reino, prácticamente eran un mito sus melodías, y tanto el grupo oro como el plata, empezaron la huida.




Los demonios, sintieron el sabor del miedo y la victoria cerca, su impaciencia hizo que sacaran todas sus fuerzas estaban dispuestos a tomar el castillo a como diera lugar.

La puerta estaba bloqueada, un puñado de mis soldados haciendo frente a los demonios que veían como se acercaban oro y plata a sus espaldas y tras de ellos el grueso de su ejército.

-En el mirador del castillo contemplaba el plano general cuando de pronto, un llama blanca abrió un canal de fuga, levante la mirada y ahí estaba un hermano Dragón, haciendo gala de su implacable deseo de destrucción.

-¡No les tengas piedad ni contemplaciones!, para ti esto no es nada, en peores situaciones nos hemos visto envueltos y hemos salido bien librados, ¿a qué le temes?- y de nuevo envistió al ejercito enemigo.

Absorto en mis pensamientos lo contemple, con una mirada un tanto triste y nostálgica.

-Acaba con esto ¡ya! o ellos te acabarán, no hay futuro.

-Mi mensaje te llegó, bien, gracias por venir, necesitaba tus palabras para salir de esta hipnosis.

Algo empezó a recorrer mi cuerpo, una extraña y antigua magia, y de pronto mi tamaño se duplicó, así como mi fuerza y agilidad, todos lo notaron, era un cambio que hace tiempo venía trabajando, y hoy hace su presencia.

El líder de los demonios gritó "¡retirada, sálvese quien pueda!", pero ya era tarde, su ejercito estaba a mi merced.

Dos dragones en combate directo, un ejército aún de pie y ellos en campo llano.

-¡Mátenlos a todos! 

Vigorizado el ejército por mi regreso con mayor poder, empezaron a limpiar la zona. Mi hermano Dragón se despidió y dijo, volveré a mi batalla.

Formé una muralla de llamas alrededor del castillo, el ejercito obscuro no tenía escapatoria, mientras mi ejercito uno a uno los exterminaba.

Fui al encuentro de los cuervos y aunque hábiles en su vuelo, jamás se compararán al de un Dragón de combate, empezaron a caer, otros a huir. A la cacería de todos me dije a mi mismo y los perseguí por largo tiempo, viéndolos caer uno a uno, volverán lo sé, pero este encuentro no lo olvidarán.

Di vuelta hacia la ciudadela, aún estaban acorralados los demonios y bajé en medio del campo, ellos ya no tenían ganas de continuar el combate, mi ejercito no lo quería detener.

-¡Les dije que no volvieran y no me hicieron caso!.

-Señor Dragón, piedad, recibimos ordenes de atacar nuevamente para estar seguros de su fuerza.

Exhalé fuego y quemé vivos a parte de su ejército con el mío a mis espaldas, ninguno de ellos se movió.

-¿Te parece eso suficiente poder?

-Sí Señor.

-Bien- volví a exhalar fuego y quemé a otra gran parte del ejército en su presencia hasta que sentí el aroma de terror en el ambiente.

-Espero te este quedando claro el poder que se tiene en esta ciudad.

-Si Señor.

-Mátenlos a todos, excepto a este- y la orden fue cumplida.

-Ahora bien mi joven demonio, a ti te dejaré vivir, no porque me caigas bien, sino para que enteres al mundo de que nada ni nadie puede tomar esta ciudad. Y si te vuelvo a ver por estos lugares, aún sea porque te perdiste, tu final no será tan rápido como el de tu ejercito.

-Si Señor.

-¡Lárgate de mi reino, y jamás vuelvas!.

-Si Señor.

Huyó tan rápido que ninguna saeta lo hubiera alcanzado jamás.

-¿Dónde esta Grut?

-¡Aquí mi señor!

-Bien, forma un grupo de cien soldados y empieza a hacer el conteo de nuestras bajas y daños, el reporte me lo envías con un mago del reino, esta batalla por lo menos nos dará tiempo suficiente para cerrar un ciclo.

-¡Grut!

-¿sí mi señor?

-Eres el nuevo comandante general de mi ejército, tengo que ayudar a un hermano, pero volveré, mientras, mantén a salvo la ciudadela y da buena vida a quienes habiten en ella.

Dicho esto, volví a levantar el vuelo para enfrentar una batalla codo a codo, hombro a hombro junto a un hermano Dragón.

martes, 1 de septiembre de 2015

El Mago y el niño



Este cuento no es de mi autoría, en algún momento de mi vida lo leí y me parece muy bello, lamentablemente no recuerdo como fue que llegó a mis manos y quien es el autor, si algún lector lo sabe, le agradeceré encarecidamente nos pudiera dar luz al respecto, para otorgarle el reconocimiento por tan brillante forma de plasmar una enseñanza a quien se lo merece.

Cuenta una vieja leyenda que un día llegó un niño muy desconsolado a ver al sabio del pueblo y le comentó entre sollozos:

-La vida no es justa, le he entregado mi amor y lo despreció como si fuera cualquier hoja de papel sucia.

A lo que el Mago contestó.

- Y... ¿eso te hace sufrir?

-Sí, me enoja, me incomoda, me hace sentir que no valgo nada.

-Vaya, vaya, pero en una acción no está tu valor, tu valor esta sólo en ti.

-¡No lo entiendo Señor Mago!

-¿Quieres que te explique como funciona?

-Sí, por favor.

-Pues bien, mi conocimiento tiene un costo, así que vas a tener que hacerme dos favores y cuando los termines, te daré tu explicación, ¿estas de acuerdo?

-Si

En ese momento el Mago rió como si tramara un plan y al momento se quitó un anillo de su dedo y le dijo al muchacho:

-Mira hijo, ando un poco corto de dinero, ve al mercado del pueblo y vende este anillo, pero sólo al mercado, no vayas a ningún otro lado, es de vital importancia que lo hagas como te digo. El precio que le pondrás será de mil monedas de oro, no aceptes menos de ese precio.

Presto a obedecer la orden del sabio, el joven salió corriendo al mercado a vender el anillo, para ayudar al Mago y que el Mago lo ayudara a él, pero siendo alrededor de las cinco de la tarde cuando ya cerraban el mercado se le vio salir de el cabizbajo. Al llegar a la casa del Mago con los ojos inundados en lágrimas le dijo:

-Discúlpeme señor Mago, no he podido ayudarlo, fui a vender su anillo, y no logré nada, soy un bueno para nada, nadie quiso pagar mil monedas de oro, quien más ofreció por su anillo me daba sólo doscientas cincuenta, y cada que mencionaba el precio que usted me dijo se burlaban de mi.

El Mago que ya había urdido un plan, le dijo, entre carcajadas:

-No te preocupes, hiciste un gran esfuerzo y eso me agrada muchísimo, es justo el momento exacto para que me hagas el siguiente favor, ¿estas de acuerdo?

-Si, espero este si lograrlo -comento meditabundo-

-Pues bien, el día de hoy se celebra una reunión de Magos a las siete de la noche en la biblioteca central, lleva el anillo y ponlo sobre la mesa, y por ningún motivo, sea el precio que sea y te prometan lo que te prometan no te deshagas de el, sólo muéstralo.

Sin demora, pero sin ganas el niño se hizo presente en la reunión, y como se lo solicitó el mago, sacó el anillo de su bolsillo y lo puso sobre la mesa donde había algunos Magos reunidos, uno de ellos miró su destello e increpó al muchacho:

-Hijo de donde haz robado ese anillo, no sabes lo que andas cargando, te daré veinte mil monedas de oro por él.

Entre los comensales se empezó a generar un murmullo que corría rápidamente, alguien se acercó y le dijo:

-Muchacho yo te daré treinta y cinco mil monedas de oro por ese anillo.

El precio era altísimo, prácticamente una fortuna, con esa cantidad de oro el Mago viviría sin ningún problema toda su vida. El Mago más sabio de los ahí reunidos se acercó, miró fijamente aquella rareza, puso su mirada en el joven y comentó:

-No sabes lo que tienes entre las manos, te daré cien mil monedas de oro por ese anillo, es el precio más justo que obtendrás por él en este lugar.

Se hizo un silencio sepulcral, los asistentes no podían creer que ese Mago hubiera ofertado esa fuerte cantidad de dinero por el anillo, lo que hizo que el muchacho sintiera miedo, tomó el objeto a toda prisa lo pegó a su pecho aferrándose a él con todas sus fuerzas y salió corriendo sin mirar atrás, por temor a que se lo quitaran.

Cuando llegó a casa del mago aún asustado por lo acontecido le comentó:

-No se como lo hiciste, ahí me ofrecieron mucho dinero por el anillo, su oferta más grande fue de cien mil monedas de oro, y siento que pudieron darme muchísimo más, pero no lo vendí, salí huyendo del lugar por temor a que me lo fueran a quitar y volverte a fallar.

El Mago rió como si hubiera sabido lo que iba a pasar y le dijo:

-Hijo, devuélveme el anillo.

-Aquí lo tienes, oh gran sabio.

Con un gesto de placer volvió a ponérselo en su mano, pasó un poco  de tiempo en silencio e inició:

-Así como el anillo son tus sentimientos, si se los ofreces a las personas incorrectas, no valen nada, aparentemente, pero si se los ofreces a las personas correctas valen muchísimo. Pero debes estar bien consciente de que tanto el anillo como tus sentimientos tienen un valor único que radica en ellos mismos, no en lo que las personas creen que valen, así pues, digan lo que digan no ofrezcas tus sentimientos a personas incorrectas.

FIN

Espero les haya gustado y logre en ustedes un alto grado de consciencia.

domingo, 30 de agosto de 2015

Síndromes del comportamiento en el cortejo.


El día de hoy les hablaré de dos comportamientos bastante frecuentes que se observan en las relaciones interpersonales a los que llamo síndromes y partiremos desde ese punto.

Un síndrome es según lo establecido en el Nuevo Diccionario de Derecho Penal lo siguiente:

SÍNDROME. M.L. Del griego syndrome: concurso.
Cuadro o conjunto sintomático. Serie de síntomas y signos que existen a un tiempo y definen clínicamente un estado morboso determinado.

Ahora bien el primero que abordaremos lo llamo:

"Síndrome de la princesa"

Éste es un conjunto de síntomas y signos socio-culturales que se verifica generalmente en las personas que juegan el papel femenino en cualquier relación; se establece éste punto de forma genérica debido a que dicho comportamiento también puede ser analizado en parejas del mismo sexo.

El síndrome de la princesa se origina en la necesidad pseudo natural de protección.

Es bien sabido que en la historia del ser humano quien velaba  por la seguridad de la comunidad generalmente ha sido el hombre, esto es por su habilidad y fortaleza física, lo que ha generado la idea inconsciente de que así debe ser siempre.

La figura femenina en el cortejo hace un llamado de auxilio (siendo este cierto o falso), con el fin de que alguien (la figura masculina) se presente a su rescate (síndrome del súper héroe) quien puede estar claramente identificado por ella o no.

El llamado de auxilio es sólo para atraer la atención de la figura masculina, entre mayor sea el problema dichos sujetos van evaluando sus posibilidades de éxito renunciando o soportando las inclemencias hasta que en esta clase de "concurso natural" se quedan tres clases de competidores: los fuertes, los inteligentes y los distraídos. 

Los primeros hacen gala del poder físico para la protección de la doncella en ese o cualquier otro problema.

Los segundos hacen gala de su poder intelectual, resolviendo la cuestión en sí misma y demostrando la multiple gama de respuestas que tienen para enfrentar los conflictos venideros.

Los terceros no saben que hacer, ni el porque están ahí, sin embargo, continúan debido a que no tienen nociones de lo que implica dicha responsabilidad, dicho de otro modo, resuelven o medio resuelven los problemas como se les van presentando en la vida.

La figura femenina al tener lo que ha deseado, que inicialmente es atención y luego resolución elige de entre estas tres opciones el que considera mejor para continuar con su proceso de enamoramiento.

Los tres factores que observan al momento de elegir:

  1. Que tan bien pueden manejar a su elección.
  2. Quien entregará los mejores beneficios (en todos los aspectos); y
  3. Las posibles desventajas que tendrán al momento de enamorarse frente a la persona elegida.
Si por alguna circunstancia uno de estos tres puntos es vulnerado, las posibilidades de éxito se esfuman.

¿Cómo se complementa esta conducta de forma natural con la figura masculina? sería la respuesta lógica e inmediata que se les podría ocurrir, pues bien, el hombre, también tiene su síndrome que se mencionó en lineas arriba al que yo llamo:

"Síndrome del súper héroe"

Al igual que el síndrome de la princesa, el del súper héroe inicia en la evolución del ser humano, debido a que la figura masculina tiene la pseudo necesidad de proteger.

En el momento de escuchar la llamada de auxilio, internamente siente la necesidad de correr hacia el peligro para proteger a la doncella, buscando cubrir su interés más básico, la copulación.

La figura masculina interpreta este llamado de dos formas distintas, la primera se da en razón de la fuerza, entre más fuerte es, más peligro implica y por ende la fama es superior, la segunda es por la forma, debido a que existen múltiples llamados todos los días ha desarrollado un proceso de identificación muy particular basados en la genética, si la mujer es genéticamente viable o no, estos procesos se logran inconscientemente y en muy pocos casos de forma racional.

La primer forma de demostración de su habilidad es la resolución del problema ya sea a través de la fuera, la inteligencia o la experiencia, en este rubro en algunos casos aparece la figura del distraído que sin haber escuchado el llamado resuelve el conflicto considerándolo propio.

La genética juega un papel muy importante en este toma y daca del cortejo, esto es debido a que el primer contacto que se tiene entre los dos sujetos involucrados (en la relación, con independencia del conjunto que responde al llamado) se evalúan mutuamente con base en sus antecedentes psicológicos de lo que es bellamente aceptable.

Es justo después de la resolución del primer problema en el que la persona masculina decide o no iniciar sus pretensiones, quedando a la disposición de ser aceptado por la figura femenina quien por naturaleza es quien dictará las reglas del juego (cortejo) de ahora en adelante, teniendo la figura masculina el derecho de renunciar en cualquier parte del proceso.

Los tres factores que observan las figuras masculinas son:

  1. Que tan rápido puede conseguir su interés.
  2. Que tanto riesgo existe a través de la competencia
  3. Si existe un nuevo llamado cual es la viabilidad de tomarlo sin riesgo interno.
Si por alguna circunstancia en alguno de estos tres puntos existen pocas posibilidades de éxito, no arriesgará su integridad, sea cual sea su característica.

Espero les divierta un poco a los que son agudos en su observación.

viernes, 28 de agosto de 2015

Respuesta a la carta

Querido y entrañable amigo.

He recibido tu carta y la he leído con mucha atención para no perder de vista los detalles de la misma.

Ser dueño del mundo es muy tentador, pero no puedes poseer algo que por derecho divino no te corresponde y eso lo sabes bien, por lo que es un engaño lo que comentas, disculpa mis tonterías, no sabía que te molestara mi conducta, pero cuando veo a alguien especial una flama dentro de mi se enciende, no se como explicarlo, es como una caldera, y en muchas ocasiones me he dado cuenta que por tanto análisis que haces vas a dejar pasar de largo a esa persona especial, y no es que corra como histérico, sino que intento alcanzar aquello que tú no pudiste ver.

Entiendo que tu análisis es muy preciso, pero tu trabajo no cuantifica el cariño, las atenciones, el candor de otro corazón, eso sólo es de corazón a corazón.

Quiero seguirte en las rutas que has trazado, pero a veces es bueno cambiar de dirección, improvisar, dejarse llevar, a mi también me gusta verte feliz y radiante, y cuando corro para alcanzar aquello que no viste, he visto que se te escapa una pequeña mueca de satisfacción, ¡y casi estoy seguro que estas pensando, espero sea la persona correcta! porque ni aún con toda tu capacidad o por lo menos la que has demostrado tener, puedes evaluar eso, te respeto y lo sabes, pero si vuelvo a sentir ese impulso te ruego me acompañes en esa carrera para que entiendas por un momento, sólo por un segundo la alegría que causa el anhelo de alcanzar un sueño, aún cuando nos aseche el fracaso, porque mientras tú ves su altura física yo veo el potencial que puede alcanzar esa persona especial, mientras tú miras su peso, yo me fijo en la huella que deja su paso por este mundo, mientras tú analizas su carga genética, yo me maravillo en sus incontables imperfecciones y defectos.

Cuando me encuentras, estoy cansado, triste y decepcionado, eso es cierto, pero no es porque el corazón al que pretendí alcanzar no sea especial, sino que... no era para mi, no coincidían nuestras pasiones y me siento cansado por la carrera, triste porque ambos vagamos extrañamente por el universo y decepcionado de que no fue quien esperaba, pero no por eso pierdo el ánimo, las ganas, sólo las guardo.

Pero tienes razón, en esas carreras hay muchas heridas, pero cada una cuenta su propia historia, una hermosa, perfecta y única historia que no cambiaría por nada, unas heridas son más profundas que otras, pero ni tú ni yo seríamos quienes somos sin ellas.

Haz tu trabajo mientras yo no sienta ese ardor interno, pero cuando yo sienta que el rumbo debe ser modificado, te pido comprensión y que seas tú quien me siga a mi.

No te preocupes tanto por mi, cada fracaso me vuelve fuerte, cada error me deja una experiencia y eso me hace creer más en mi mismo, así como tú yo quiero un éxito rotundo pero no sólo para ti, sino para ambos, sea cual sea el camino que tomemos, el tuyo o el mío, tal vez el nuestro.

Tú y yo somos opuestos, mientras tu analizas yo siento, mientras tu calculas yo evalúo, mientras tu mides yo abrazo, así las cosas debemos ser felices con lo que somos y apoyarnos.

Disculpa que sea tan directo, pero no puedo esperar tu aprobación en muchos casos para hacer mi trabajo, porque tu te dedicas a lo físico yo me dedico a lo eterno. No quiero decir con esto que tu trabajo no sea importante, sencillamente que no te dejaré perder una oportunidad por tu miedo a fallar, yo soy muy arriesgado y por eso me han llamado tonto muchas veces, pero eso no me afecta.

Eres muy observador, me torcí un tobillo mientras admiraba un nuevo corazón, pero estoy bien, es cuestión de descanso, mientras yo me recupero tu sigue programando nuestra siguiente conquista.

Agradezco tus palabras y esfuerzo, estoy contigo, pero cuando te necesite, espero contar con tu ayuda para que entiendas el porque soy tan feliz.

Tu entrañable amigo
EL CORAZÓN


La carta

Hola querido amigo

Tengo la necesidad de escribirte, debido a que pretendo dejar un antecedente de que fuiste avisado de todo lo que pasa, he calculado la mayor cantidad de resultados y respuestas por lo que me atrevo a hacerlo así.

Mientras tú y yo caminemos hacia el mismo rumbo podemos ser dueños del mundo, sin embargo, a ti te da de pronto por correr como histérico hacia direcciones distintas a las que yo he trazado y aunque me gusta verte feliz y radiante, hasta el momento no ha habido ocasión en la que no te tropieces, te raspes, te sientas perdido, solo, decepcionado, triste, confundido, y un largo etcétera.

Soy yo quien preocupado por ti, te busca incansablemente y generalmente te encuentro cada vez más triste, cada vez más lastimado y lo peor de todo cada vez más incrédulo, no me cuesta trabajo curarte, cuidarte, y volverte a hacer caminar, pero realmente me preocupas.

Quiero verte feliz, sonriente, dichoso, lleno de energía complementaria, que te haga rebosante, que destelles tu verdadera magia.

Te pido de la manera más atenta que me dejes hacer mi trabajo, a mi me toca guiar, y a ti disfrutar, pero por el amor de Dios, ¡déjame hacer mi trabajo, me siento muy incomodo yendo a salvarte cada vez que cometes la tontería de salir corriendo, porque ya se el resultado! y odio infinitamente verte sufrir.

Me preocupa mucho que dejes de creer en ti mismo debido a los fracasos que has tenido, pero si me sigues te aseguro, es más ¡te prometo un éxito rotundo!, tú y yo juntos somos imparables.

En ti encuentro la pasión que a mi me falta, la fe, la felicidad, la ilusión, el anhelo, pero complementado con lo que se y con los resultados que puedo calcular haremos maravillas, sólo te pido, no seas tonto.

Busca una mujer inteligente, que te haga reír, que genere a tu lado planes en común, que quiera estar contigo y que aunque no pueda, su otro tú te pertenezca por su voluntad, puede que no sea la más hermosa, no te preocupes desde el momento en que la vemos analizo su peso, su altura, su carga genética, su carácter, su valor como persona, su educación, ¡TODO!, y si pasa mi aprobación tú podrás hacer lo tuyo, pero si yo no le doy mi voto aprobatorio por favor, respeta mi decisión, pues no la doy a la ligera.

Hoy por hoy veo que nuevamente estas lastimado, te cuidaré y te recuperarás, pero prométeme una cosa, me harás caso cuando te lo diga, y eso es porque te quiero infinitamente.

Sin más por el momento y esperando puedas responderme me despido, no sin antes dejarte un afectuoso saludo y agradeciendo de ante mano tu tiempo.

Atentamente
Tu amigo y fiel compañero
EL CEREBRO

miércoles, 19 de agosto de 2015

La niña y el árbol.



Cuenta una vieja leyenda que un día estaba una chica muy hermosa perdida en un bosque, sin alimento ni agua; cuando parecían sus últimos momentos de vida, buscó refugio bajo la sombra de un gran árbol, parecía tenebroso, pero algo llamó su atención como para considerarlo un buen lugar, así pues cuando ya se había acomodado bajo su resguardo dijo:

-Deseo un vaso con agua.

Sin reparar en lo que sucedía, al mirar a su derecha se encontró con la sorpresa de que ahí, justo a su lado había un vaso con agua.

Lo bebió tan desesperadamente que derramó un poco del vital líquido. Con un poco de más ánimo dijo:

-Desearía mucha comida para saciar mi hambre.

Casi al momento se dio cuenta de que frente a ella había una mesa llena de los más finos y deliciosos alimentos, corrió a comer sin siquiera pensar seriamente lo que pasaba.

Una vez saciada su hambre y contenta por el festín que se había dado dijo:

-Esto es casi un sueño, estaría completo si tuviera muchas riquezas.

y se sentó a descansar bajo la sombra de aquel extraño árbol, poco a poco a su derredor empezaron a aparecer varios cofres llenos de monedas de oro, coronas con incrustaciones de piedras preciosas, pulseras de plata y muchas  cosas más. Vivía un sueño, todo era perfecto, irradiaba felicidad hasta que dijo:

-Tanta felicidad no puede ser real, seguramente la envidia me asechará.

De entre la maleza que cubría aquel magnifico bosque se escucharon unos pasos, por entre las hojas se dejó traslucir un ser oscuro.

-Ese extraño ser debe ser horrible.

Al momento la presencia se hizo visible y efectivamente era un monstruo.

-Seguro viene a robar mis riquezas y a matarme...

El final ya podrás imaginarlo.

miércoles, 17 de junio de 2015

Centro


Les dejo un extracto del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, que me pareció muy interesante y acertado, desde mi punto de vista es un libro que les recomiendo.

Autor: Stephen R. Covey

La seguridad representa nuestro sentido de la valía, nuestra identidad, nuestra base emocional, nuestra autoestima, nuestra fuerza personal básica (o la ausencia de ella).

Por guía se entiende la fuente de dirección en la vida. Circunscritos por nuestro mapa (nuestro marco de referencia interno que nos interpreta lo que sucede afuera) están las normas, principios o criterios implícitos que día tras día gobiernan nuestras decisiones y acciones.

La sabiduría es nuestra perspectiva de la vida, nuestro sentido del equilibrio, nuestra comprensión del modo en que se aplican los diversos principios y partes, y de las relaciones que establecen entre sí. Abarca el juicio, el discernimiento, la comprensión. Es una Gestalt o unidad, un todo integrado.

El poder es la capacidad o facultad de actuar, la fuerza y potencia para realizar algo. Es la energía vital para elegir y decidir. Incluye también la capacidad para superar hábitos profundamente enraizados y cultivar otros superiores más efectivos.

Esos cuatro factores (seguridad, guía, sabiduría y poder) son interdependientes. La seguridad y la guía clara otorgan verdadera sabiduría, y la sabiduría se convierte en la chispa o el catalizador que libera y dirige el poder. Cuando esos cuatro factores están presentes juntos, armonizándose y vivificándose entre sí, dan origen a la gran fuerza de una personalidad noble, un carácter equilibrado, un individuo hermosamente integrado.

Autor: Stephen R. Covey