domingo, 25 de enero de 2015

El Mago



Estuve pensando mientras estaba rodeado de libros, fórmulas químicas, y anotaciones que quien las viera, ajeno a mis investigaciones, no les encontraría sentido alguno, y de pronto una imagen borró todo en mi mente, eras tú, alegre, jovial, sonriente, fresca y como siempre hermosa, mientras te recordaba y olvidaba lo que estaba haciendo pensé... creo que soy un mago; porque de la nada puedo crear felicidad, tomar tu corazón sin que te des cuenta, aparecer y desaparecer de tu vida en un instante, borrar tus feos recuerdos y suplirlos con experiencias hermosas. No es que yo haya sacado esas conclusiones de la nada, es que tu me lo has hecho saber y me agrada.

Pocas veces se encuentra a una hechicera en este mundo, o por lo menos a la hechicera correcta para el mago correcto, no sé si seas tú la indicada, y no quiero ir a ver que me depara el futuro, esperaré pacientemente como lo hacen los sabios.

Ambos hacemos magia cuando estamos juntos, muchos se han dado cuenta y temen nuestros encuentros, pero siempre está controlado, aunque no he de mentir, conozco la fuerza que puede desprender esta unión por la forma en la que hacemos que el mundo tiemble.

¡Ah, si, ya lo recordé!, Sulphur.svg   +  Mercury symbol.svg= ...

Y así continuó mi día hasta que el agotamiento me volvió su presa.



domingo, 18 de enero de 2015

El último deseo.



No se ni como empezar a escribir de nuevo, pero aquí voy, veamos que resulta.

Hace algún tiempo te conocí, y pese a que la generalidad de las personas dicen que la primera sensación que tienen cuando me ven es miedo, tú por el contrario te acercaste sin ningún temor, con la inocencia que caracteriza a los niños, sin reserva alguna, tal vez ese fue el problema.

Acostumbrado a mantenerme siempre alerta y a la defensiva, contigo sencillamente eso no era posible, así que bajé la guardia, pues no te consideraba de peligro, pequeña, traviesa y alegre; ¡que grave error! cometí, te metiste en mi corazón, una celda fría y húmeda, por no estar habitada desde hace mucho tiempo, no tiene cuidado alguno, prácticamente se está cayendo a pedazos, pero no me afectaba en lo más mínimo, ya vivía cómodo con esa situación.

Te sentaste a mirar, a limpiar, a reparar y a cuidar, si, eso fue lo que le dio luz, tu cuidado, tu esmero, tu infatigable alegría de volverme mejor persona, y todo eso lo hiciste sin que me diera cuenta.

Al cabo de unos meses increíblemente me pregunte cuales eran las posibilidades de éxito, siendo frío y calculador mido los riesgos, genero de forma mental las planificaciones necesarias para saber si algo funciona o no y en ese momento me percaté que algo en mi había cambiado, cuando volteé hacia mi interior, vi luz en la celda, me apresuré a ver quien había sido la persona capaz de cometer semejante atropello, ¡sin vergüenza! (pensé), ¡en cuanto te ponga en la mira serás mi nuevo juguete para destruir!, ¡te acabaré sin piedad alguna!; abrí la puerta principal de aquél lugar tan cambiado de una patada y miré el interior. Ahí estaban colgadas muchas imágenes, cual cuadros adornando la pared nuestros recuerdos juntos. No tuve el valor de tocar ninguno, ni de mover absolutamente nada, y volvió a surgir la duda, ¿qué pasaría si...?, pues bien, me dispuse a averiguarlo, sin tocar nada, salí de esa habitación por respuestas.

Me escabullí entre las rendijas de las murallas que habías construido al rededor de tu corazón y las sobras de la noche fueron centinelas vigilantes de mi andar, a lo lejos, parecía que había un resquicio por el cual echar un ojo a tu corazón, vi algunos recuerdos nuestros, lo cual fue placentero, pero fui descubierto cuando me disponía a averiguar más cosas, pregunté claramente que estaba pasando y sencillamente contestaste "nada", pues bien, lo que para ti es "nada", para mi se estaba convirtiendo en algo complicado y confuso, pero no es la primera vez que paso por esto y antes de que se vuelva incontrolable le pondré remedio. Insistí y pregunté si esas palabras eran verdad y tu respuesta fue un tajante "sí", pues bien, ahora que entiendo todo tal cual me lo explicaste he de volver a aquella habitación, dejaré uno o dos recuerdos, pero todo lo demás "no", ¿en dónde lo pondré?, no lo sé, de lo que si estoy seguro es que en ese lugar no deberían estar, tal vez sea buena idea el cajón de los recuerdos o algún otro rincón pero en la estancia principal "no". Siempre te di lo que deseabas, y es por eso que lograste un cambio en esa habitación a la que no le permito el acceso a casi nadie, pero hoy me has pedido distancia y bueno... que te puedo decir. Tu deseo será cumplido. Sólo una cosa tengo que comentar y es que con esta decisión de ambos, será tu último deseo, afortunadamente lo has solicitado basada en la verdad que dicta tu corazón.

Te deseo lo mejor, ten una larga, excelente y feliz vida, yo por lo pronto, me retiro, pues no hay un lugar especial para mi en tu corazón.

domingo, 11 de enero de 2015

Una pequeña reflexión.



El viernes a las cuatro de la mañana sonó el teléfono en la cocina, acababa de acostarme así que mi cerebro se encontraba activo, pero esas llamadas, en mi familia, nunca traen buenas noticias;

- Hola amor, necesito que vengas a la casa junto con tu familia, lo más pronto posible.

Sabiendo de antemano que menguaba su salud me dispuse lo más rápido posible para salir de la casa, pero el destino nos tenía a la espera, pues a aquellas horas no hay servicio de transportes por donde vivo, ¿un capricho del universo? tal vez, lo cierto es que me dio tiempo de reflexionar respecto los sentimientos que tenía en aquel momento.

Armado para la impresión de encontrarme con mi familia devastada por la noticia, en mi mano llevaba mi Biblia y al cuello un Cristo.

La escena fue más que sorprendente, todos los pilares de la familia estaban fracturados, aquellas personas que por su fortaleza espiritual, de carácter, económica, de servicio, estaban hechos polvo, no aceptaban la verdad, la cabeza de familia había fallecido.

Fueron dos días sumamente difíciles, el ver a tus seres queridos sufriendo jamás es fácil, sin embargo, me mantuve en la raya, entre el filo de caer presa de la agonía emocional o de ver todo como lo que es, un ciclo, del cual soy parte y en el que, en algún momento terminaré en la tumba, como mi abuelita.

Horas de desesperación pasaron, y aunque todos decían rezar, orar, y otras cosas mas, yo tuve que conformarme con platicar, elegí para ser mi interlocutor lo que yo llamo Dios, quien puede ser realmente alguien o algo superior a mi o sencillamente mi mente lógica-analítica contestándome, aunque, yo prefiero creer que es un ente superior a mi, pues me hace sentirme más seguro, esto es sencillamente cuestión de fe.

- Maestro, tengo miedo, no a lo que pasará sino a lo que está pasando, pero no tengo ganas de llorar, mi familia me necesita en un tiempo tan duro como este, lo sé, lo veo, quieren recargarse en alguien que mantenga la templanza suficiente para no caer.

- Si, y ¿tú crees ser esa persona?

- La verdad es que no lo sé, pero no veo alguien más que lo haga, veo incertidumbre, desesperación, angustia, enojo, miedo, arrepentimiento, Señor Mio, por Dios, veo error, veo reproche hacia ellos mismos. Piden tranquilidad a los demás cuando sus almas están intranquilas... ¿y yo?. aquí, en medio de un tirón de emociones, donde el mínimo desequilibro me hará caer de su lado, es una ruleta rusa; y quienes al parecer cuentan con el temple para aguantar la tormenta, prefieren huir a un lugar solitario, no para llorar, sólo para no ser arrastrados en este torrente de sentimientos que es sumamente contagioso.

- Lo sé hijo, pero todo es un ciclo, que empieza y termina.

- Cuando se ama en esta forma Señor para nosotros es preferible que no acabe, pero tus tiempos son perfectos, eres el Ser que jamás se equivoca, pese a que no lo entendamos.

-Forjaré en ti un nuevo pilar donde podrán descansar las preocupaciones de otros, y te haré resistente a tal punto que te creerán inhumano, no abuses de esta gracia que te otorgo, pues los dones son sagrados, pero no sólo eso, te dotaré de una inteligencia superior para que puedas dar un poco de luz a las personas que estén pasando por procesos tan complicados como lo son la vida y la muerte.

- ¿Y eso cuando pasará?

- A su debido tiempo.

Así fue como regresé al lugar a ver tendida a mi abuelita, ya sin vida, rodeada de flores y velas, y me acerqué a darle gracias por todo lo que había hecho por mi, sabiendo que quien la recibió en los cielos está más allá de lo que yo puedo comprender, lo cual siempre me dibuja una sonrisa.

Saber que un ser querido vive aún en la muerte por Gracia de Dios felizmente es sencillamente gratificante.

El silencio



Hace unos días me di cuenta que en mi corazón no había ruido, era total calma y silencio, busqué y busqué pero no encontré recuerdo tuyo que pudiera generar ni siquiera un murmullo, y me he dado a la tarea de investigar el ¿por qué?, pero no encuentro la motivación suficiente para responder esa pregunta, al parecer alguien barrió todo lo que se había generado, sí, eso debió ser, parece obra de Cronos, ese ser implacable que te hace olvidar las historias que no tuvimos el valor de continuar.

Espero te encuentres bien y que la vida te sonría a plenitud, ese es el blues que se escucha de fondo y a lo lejos, pero no dejes de sonreír, porque tu sonrisa le dará luz a alguien más y aunque para mi en algún momento se convirtió en mi sol, hoy por hoy he decidido comprar una lampara.

Esto no es un "adiós", es un "gracias" por tu compañía aunque haya sido breve, sabes que seguiré aquí contigo pero ya no de la misma forma. 



¿Qué quiere realmente la mujer?


El joven Arturo fue sorprendido y apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques. El rey pudo haberlo matado en el acto, pues tal era el castigo para quienes violaban las leyes de la propiedad, pero se conmovió ante la juventud y la simpatía de Arturo y le ofreció la libertad, siempre y cuando en el plazo de un año hallara respuesta a una pregunta.

La pregunta era: ¿Qué quiere realmente la mujer?

Semejante pregunta dejaría perplejo al hombre más sabio y al joven. A Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo, aquello era mejor que morir ahorcado, de mono que regresó a su reino y empezó a interrogar a la gente: A la princesa, a la reina, a prostitutas, a monjes, a los sabios y al bufón de la corte... en suma, a todos, pero nadie le pudo dar una respuesta convincente. Eso sí, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja, pues sólo ella sabría la respuesta. El precio sería alto, ya que la vieja bruja era famosa en todo el reino por el precio exorbitante que cobraba por sus servicios.

Llegó el penúltimo día del año convenido y Arturo no tuvo más remedio que consultar a la hechicera. Ella accedió a darle una respuesta satisfactoria con la condición de que primero aceptara el precio: ¡Ella quería casarse con Gawain, el caballero más noble de la Mesa Redonda y el más íntimo amigo de Arturo!

El joven Arturo la miró horrorizado: era jorobada, feísima, tenía un solo diente, despedía un hedor que daba nauseas, hacía ruidos obscinos... Nunca se había topado con una criatura tan repugnante. Se acobardó ante la perspectiva de pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por él esa carga terrible.

No obstante, al enterarse del pacto propuesto, Gawain afirmo que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su amigo y la preservación de la Mesa Redonda. Se anunció la boda y la vieja bruja, con su sabiduría infernal, dijo:

- Lo que realmente quiere la mujer es... ¡ser la soberana de su propia vida!

Todos supieron al instante que la hechicera había dicho una gran verdad y que el joven rey Arturo estaría a salvo. Así fue: al oír la respuesta, el monarca vecino le devolvió la libertad.

Gawain tuvo entonces que cumplir su promesa. ¡Menuda boda fue aquella!... asistió la corte en pleno y nadie se sintió más desgarrado que el propio Arturo. Gawain se mostró cortes, gentil y respetuoso, la vieja bruja hizo gala de sus peores modales, engullo la comida directamente del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos.

En la noche de bodas cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial aguardaba a que su esposa se reuniera con él... ella, ¡apareció con el aspecto de la doncella más hermosa que un hombre desearía ver!...

Gawain quedó estupefacto y preguntó que había sucedido. Respondió que como había sido cortés con ella, la mitad del tiempo se presentaría con su aspecto horrible y la otra mitad con su aspecto atractivo. ¿Cuál prefería para el día y cual para la noche?

¡Que pregunta más cruel!... Gawain se apresuró a hacer cálculos... ¿quería tener durante el día a una joven adorable para exhibirla ante sus amigos y por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa o prefería tener de día a una bruja y a una joven hermosa en los momntos íntimos de su vida conyugal?... ¿Vosotros qué hubierais elegido?

La elección de Gawain está más abajo, pero antes de leerla tomar vuestra propia decisión...

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El noble Gawain replicó que la dejaría elegir por si misma. Al oír esto, ella le anunció que sería una hermosa dama de día y de noche, porque él la había respetado y le había permitido ser dueña de su vida.

¿Cuál es la Moraleja?

LA MORALEJA ES QUE NO IMPORTA SI LA MUJER ES BONITA O FEA, EN EL FONDO SIEMPRE ES UNA BRUJA.

He de permitirme decir unas palabras al respecto, para mi la moraleja es una mentira, pues considero a las mujeres el más maravilloso ser de la tierra, pero espero puedan apreciar la belleza del escrito que hace mucho tiempo me hicieron favor de hacerme llegar, tengan un excelente día.


El valor del carácter



Este es un escrito que me encontré hace mucho tiempo y que me parece agradable poder compartir con ustedes, espero puedan aprovecharlo al máximo, lamentablemente no conozco el nombre del autor para poderle dar el crédito del mismo.

La energía y el trabajo obstinado, superan y vencen los mayores obstáculos.

Casi no hay cosa alguna imposible para quien sabe trabajar y esperar.

Los que se duermen suponiendo que las cosas son imposibles, merecen todo el mal que les sobrevenga.

La impaciencia que parece energía y vigor del espíritu, no es más que una debilidad y afán de sufrir.

La impaciencia, hace perder las más importantes ocasiones, produce malas inclinaciones y aversiones que perjudican los más grandes intereses; hace decidir los negocios más importantes por las más insignificantes razones, obscurece el talento, rebaja el valor, y hace al hombre desigual, débil e insoportable.

Los hombres de carácter. Son infinitamente más raros que los de talento. El talento puede no ser más que un don de la naturaleza. El carácter, es el resultado de mil victorias logradas por el hombre sobre si mismo.

El talento es una cualidad, el carácter una virtud.