miércoles, 27 de mayo de 2015

El último combate


Perdido en la agonía donde no queda fe ni esperanza, seguí avanzando, con nada más que la fuerza de voluntad. Majestuoso como lo que soy, un Dragón, escalé hasta la cima de aquella montaña que nace en el mismo infierno y lo vi claramente, el campo de batalla donde todo había empezado; tan natural, pacífico, frondoso que parecía un jardín, y a lo lejos cruzando con la mirada ese mágico lugar los demonios descansando.

El Destino me tentaba con otra prueba. Ya recuperado de mi fuerza, tuve el libre albedrío de volar hacia rumbos distintos, sigiloso, sereno y meditabundo o enfrentarme a aquellos demonios.

Me erguí en aquella cima, abrí mis alas y rugí tan fuerte que se estremeció el mismo cielo. Ya estaba decidido, acabaré con ellos o moriré en el intento.

Ahí donde todo empezó, ahí mismo había que terminarlo.

El rugido hizo que los demonios se pusieran en guardia, prestos para el combate, pero arremeter contra el enemigo valiéndose de la sorpresa no tiene honor, así que les avisé el día del último combate, para que se prepararan completamente... 

Y así pues llegó el momento, la pelea no fue encarnizada como lo esperaba, de hecho venían diezmados, sin fuerza, y yo recuperado al cien por ciento, no los acabé porque muy en su interior sabían que no había escapatoria, se rindieron antes de comenzar, pero el mismo cielo lloró en aquel momento, para que las brazas ardientes de mi corazón no lo extinguiera todo de un golpe.

Mi fuerza es incalculable, pero como me lo dijo un hermano dragón, te asiste la sabiduría, ocúpala a tu favor, y sus palabras hicieron eco en mi ser, así que una vez aclarado el que pasaría si vuelven a despertarme dieron media vuelta y salieron del encuentro, yo por lo pronto levantaré nuevo vuelo, hacia donde no sea alcanzado por la duda, por el miedo o por los demonios.


lunes, 25 de mayo de 2015

Entre el amor y la tortura



Y aquí sigo... peleando una guerra entre el amor y el olvido, porque en mis descuidos del día a día te fuiste acercando sigilosamente, con la promesa de una amistad y te dejé entrar en mi imperio. ¡Caballo de Troya es la amistad para el corazón!, y ni aún versado en la cultura lo vi venir, que tonto fui.

Cuanto tiempo me costará recuperarme de estas heridas, no lo sé, pero al ver que tomabas mi corazón me di cuenta que ambos terminaríamos mal.

Atraída por su candidez, te dejaste seducir sin tener la intención de corresponderle, ¿cuánto daño provocaremos?, tú por tu osadía yo por mi fuerza. Será una explosión de la cual espero salir bien librado, aunque, primero tengo que ponerte a buen recaudo. Amar no es cosa fácil para mi, y menos cuando se hace de verdad.

Cuando se apuesta tan fuertemente como lo hago yo en este tema las heridas son enormes, son mortales, deja cicatrices tan profundas que se ven de un lado al otro del corazón. Pero mi amor no es normal, lo sé, espero lo puedas comprender algún día.

Tu curiosidad te motivó a tocarlo no te culpo, incluso se que es lógico, todos los corazones son hermosos cuando se puede apreciar tan de cerca su belleza.

Mi conocimiento lo alejó de la realidad, de la curiosidad y durante años estuvo apacible, por seguridad de todos, pero las murallas que lo protegían no las respetaste, sin quererlo encontraste sus fisuras y las atravesaste, ¡que grave equivocación!...

Disculpa si hoy por hoy me sientes distante y frío, pero te he alejado del infierno que por error desataste dentro de mi, ¿por qué? porque no quiero que sufras herida alguna y mientras tú no lo comprendes o no lo quieres ver, mi alma se esta desgarrando por controlarlo, por llevarlo nuevamente a su equilibrio, a su paz, sé que lo logrará, pero no se hasta cuando.

Un día más de batalla interna, un día menos de tranquilidad, de control y todo por un juego, ¿qué haces conmigo?, si buscas un amor normal, eso, es precisamente eso lo que no puedo entregarte.

Mi destino es ser extraordinario en todos los campos y hasta el momento lo he cumplido.

Quieres una amistad con los beneficios del amor, que pena, eso no puedo dártelo, yo quiero un amor con los beneficios de una magnífica amistad y eso, no puedes dármelo. Anda ve a buscar a los amores a los que estas acostumbrada, aquellos que no se entregan por completo, aquellos que a la primera oportunidad traicionan, aquellos que no te respetan por ser tú, aquellos que no pueden ver lo que yo vi en ti. No te detengo más porque entiendo que tu intención es distinta.

Te estoy entregando el último deseo que me pediste, aún y cuando tenga que desgarrar mi alma para conseguirlo, lo haré, es un acto de voluntad, de valentía, de entrega, que pena que sea yo el único que lo vea, pero te liberaré de tan agobiante ser, yo mismo, te deseo mucha felicidad en tu camino por este mundo y deseo desde el último aliento que exhalaré encuentres el amor que buscas, el que satisfaga tus más grandes anhelos... yo por lo pronto seguiré aquí en mi guerra interna entre el amor y la tortura que implica la duda del ¿qué hubiera pasado?.


domingo, 24 de mayo de 2015

Casualidad


Abandonado en la oscuridad de la soledad, seguí con mi batalla personal, despedazando a los demonios más grandes que tengo, desangrado por los ataques continué, el mismo infierno parecía un juego de niños comparado con lo que viví, creí jamás salir de tan profundo lamento, pero mi ánimo y mi valor no me dejaron caer, cada vez que la fuerza mi abandonaba el corazón rugía tan fiero y despiadado que se escuchaba en los confines del universo, y ahí en medio del todo y de la nada encontré una flor, sufriendo infortunios como los que yo sufrí, busqué cuidarla y protegerla para que su lucha fuera menos tortuosa que la mía y lo logré, la vi crecer y dar nuevos frutos, no sabía en aquel entonces, que aquello que en aquel tiempo cuidé cuando la toque me envenenó, y es que la pureza de su corazón me engañó oh sencillamente yo quise engañarme, sea como fuere lo hice, y pagué el precio de mi bondad.

Volví a caer, sin fuerza, sin ánimo, ya no creía en la esperanza de un mañana mejor, se me amargó el corazón, el odio se hizo presente en mi mirada, y la vileza de las pasiones humanas me atormentaron, pero aún y en contra de lo que racionalmente cualquier otra persona hubiera hecho, yo le construí una fortaleza a aquella flor, una que ni yo mismo podía penetrar.

Menguado por el cansancio y la locura, en uno de mis más grandes momentos de oscuridad, a lo lejos escuché el rugido de dos Dragones, que prestos a la batalla crearon un circulo de fuego a mi derredor, y bajando sin miedo, me levantaron, me curaron y me animaron a continuar peleando, y así fue.

Con nuevos brios levanté el vuelo, avancé a los más grandes abismos y destruí lo que me torturó en el momento de flaqueza. Con la majestuosidad de un Dragón volví al camino sin miedo, con decisión, avanzando como si el universo dependiera de ello, y allá en las alturas alcancé a ver el monumento que había erigido para ella, pero ya no me detuve.

Ayer, escuché el llanto de esa flor en mi interior, temerosa de que algo estaba pasando, que me sentía frio y distante, pero yo... yo ya no no estaba en ese lugar, lo que vio fue únicamente mi sombra.

Dar la vuelta justo ahora sería un grave error, agradezco al cielo tu tiempo conmigo.

Así pues recorriendo nuevos horizontes me he vuelto a encontrar contigo, pero en circunstancias distintas, estoy fuerte, he vuelto a volar y me perfilo a un mejor lugar, que casualidad, no esperaba encontrarte nuevamente en mis vuelos, y mucho menos en estos tiempos, pero bien dicen que por algo pasan las cosas, me llena de alegría saber que estas bien, que te volviste más sabia de lo que ya eras.

Nuestra historia terminó extrañamente con un vuelo y nos volvemos a encontrar en un vuelo, me gustaría saber que sucedió en aquella época...