domingo, 30 de agosto de 2015

Síndromes del comportamiento en el cortejo.


El día de hoy les hablaré de dos comportamientos bastante frecuentes que se observan en las relaciones interpersonales a los que llamo síndromes y partiremos desde ese punto.

Un síndrome es según lo establecido en el Nuevo Diccionario de Derecho Penal lo siguiente:

SÍNDROME. M.L. Del griego syndrome: concurso.
Cuadro o conjunto sintomático. Serie de síntomas y signos que existen a un tiempo y definen clínicamente un estado morboso determinado.

Ahora bien el primero que abordaremos lo llamo:

"Síndrome de la princesa"

Éste es un conjunto de síntomas y signos socio-culturales que se verifica generalmente en las personas que juegan el papel femenino en cualquier relación; se establece éste punto de forma genérica debido a que dicho comportamiento también puede ser analizado en parejas del mismo sexo.

El síndrome de la princesa se origina en la necesidad pseudo natural de protección.

Es bien sabido que en la historia del ser humano quien velaba  por la seguridad de la comunidad generalmente ha sido el hombre, esto es por su habilidad y fortaleza física, lo que ha generado la idea inconsciente de que así debe ser siempre.

La figura femenina en el cortejo hace un llamado de auxilio (siendo este cierto o falso), con el fin de que alguien (la figura masculina) se presente a su rescate (síndrome del súper héroe) quien puede estar claramente identificado por ella o no.

El llamado de auxilio es sólo para atraer la atención de la figura masculina, entre mayor sea el problema dichos sujetos van evaluando sus posibilidades de éxito renunciando o soportando las inclemencias hasta que en esta clase de "concurso natural" se quedan tres clases de competidores: los fuertes, los inteligentes y los distraídos. 

Los primeros hacen gala del poder físico para la protección de la doncella en ese o cualquier otro problema.

Los segundos hacen gala de su poder intelectual, resolviendo la cuestión en sí misma y demostrando la multiple gama de respuestas que tienen para enfrentar los conflictos venideros.

Los terceros no saben que hacer, ni el porque están ahí, sin embargo, continúan debido a que no tienen nociones de lo que implica dicha responsabilidad, dicho de otro modo, resuelven o medio resuelven los problemas como se les van presentando en la vida.

La figura femenina al tener lo que ha deseado, que inicialmente es atención y luego resolución elige de entre estas tres opciones el que considera mejor para continuar con su proceso de enamoramiento.

Los tres factores que observan al momento de elegir:

  1. Que tan bien pueden manejar a su elección.
  2. Quien entregará los mejores beneficios (en todos los aspectos); y
  3. Las posibles desventajas que tendrán al momento de enamorarse frente a la persona elegida.
Si por alguna circunstancia uno de estos tres puntos es vulnerado, las posibilidades de éxito se esfuman.

¿Cómo se complementa esta conducta de forma natural con la figura masculina? sería la respuesta lógica e inmediata que se les podría ocurrir, pues bien, el hombre, también tiene su síndrome que se mencionó en lineas arriba al que yo llamo:

"Síndrome del súper héroe"

Al igual que el síndrome de la princesa, el del súper héroe inicia en la evolución del ser humano, debido a que la figura masculina tiene la pseudo necesidad de proteger.

En el momento de escuchar la llamada de auxilio, internamente siente la necesidad de correr hacia el peligro para proteger a la doncella, buscando cubrir su interés más básico, la copulación.

La figura masculina interpreta este llamado de dos formas distintas, la primera se da en razón de la fuerza, entre más fuerte es, más peligro implica y por ende la fama es superior, la segunda es por la forma, debido a que existen múltiples llamados todos los días ha desarrollado un proceso de identificación muy particular basados en la genética, si la mujer es genéticamente viable o no, estos procesos se logran inconscientemente y en muy pocos casos de forma racional.

La primer forma de demostración de su habilidad es la resolución del problema ya sea a través de la fuera, la inteligencia o la experiencia, en este rubro en algunos casos aparece la figura del distraído que sin haber escuchado el llamado resuelve el conflicto considerándolo propio.

La genética juega un papel muy importante en este toma y daca del cortejo, esto es debido a que el primer contacto que se tiene entre los dos sujetos involucrados (en la relación, con independencia del conjunto que responde al llamado) se evalúan mutuamente con base en sus antecedentes psicológicos de lo que es bellamente aceptable.

Es justo después de la resolución del primer problema en el que la persona masculina decide o no iniciar sus pretensiones, quedando a la disposición de ser aceptado por la figura femenina quien por naturaleza es quien dictará las reglas del juego (cortejo) de ahora en adelante, teniendo la figura masculina el derecho de renunciar en cualquier parte del proceso.

Los tres factores que observan las figuras masculinas son:

  1. Que tan rápido puede conseguir su interés.
  2. Que tanto riesgo existe a través de la competencia
  3. Si existe un nuevo llamado cual es la viabilidad de tomarlo sin riesgo interno.
Si por alguna circunstancia en alguno de estos tres puntos existen pocas posibilidades de éxito, no arriesgará su integridad, sea cual sea su característica.

Espero les divierta un poco a los que son agudos en su observación.

viernes, 28 de agosto de 2015

Respuesta a la carta

Querido y entrañable amigo.

He recibido tu carta y la he leído con mucha atención para no perder de vista los detalles de la misma.

Ser dueño del mundo es muy tentador, pero no puedes poseer algo que por derecho divino no te corresponde y eso lo sabes bien, por lo que es un engaño lo que comentas, disculpa mis tonterías, no sabía que te molestara mi conducta, pero cuando veo a alguien especial una flama dentro de mi se enciende, no se como explicarlo, es como una caldera, y en muchas ocasiones me he dado cuenta que por tanto análisis que haces vas a dejar pasar de largo a esa persona especial, y no es que corra como histérico, sino que intento alcanzar aquello que tú no pudiste ver.

Entiendo que tu análisis es muy preciso, pero tu trabajo no cuantifica el cariño, las atenciones, el candor de otro corazón, eso sólo es de corazón a corazón.

Quiero seguirte en las rutas que has trazado, pero a veces es bueno cambiar de dirección, improvisar, dejarse llevar, a mi también me gusta verte feliz y radiante, y cuando corro para alcanzar aquello que no viste, he visto que se te escapa una pequeña mueca de satisfacción, ¡y casi estoy seguro que estas pensando, espero sea la persona correcta! porque ni aún con toda tu capacidad o por lo menos la que has demostrado tener, puedes evaluar eso, te respeto y lo sabes, pero si vuelvo a sentir ese impulso te ruego me acompañes en esa carrera para que entiendas por un momento, sólo por un segundo la alegría que causa el anhelo de alcanzar un sueño, aún cuando nos aseche el fracaso, porque mientras tú ves su altura física yo veo el potencial que puede alcanzar esa persona especial, mientras tú miras su peso, yo me fijo en la huella que deja su paso por este mundo, mientras tú analizas su carga genética, yo me maravillo en sus incontables imperfecciones y defectos.

Cuando me encuentras, estoy cansado, triste y decepcionado, eso es cierto, pero no es porque el corazón al que pretendí alcanzar no sea especial, sino que... no era para mi, no coincidían nuestras pasiones y me siento cansado por la carrera, triste porque ambos vagamos extrañamente por el universo y decepcionado de que no fue quien esperaba, pero no por eso pierdo el ánimo, las ganas, sólo las guardo.

Pero tienes razón, en esas carreras hay muchas heridas, pero cada una cuenta su propia historia, una hermosa, perfecta y única historia que no cambiaría por nada, unas heridas son más profundas que otras, pero ni tú ni yo seríamos quienes somos sin ellas.

Haz tu trabajo mientras yo no sienta ese ardor interno, pero cuando yo sienta que el rumbo debe ser modificado, te pido comprensión y que seas tú quien me siga a mi.

No te preocupes tanto por mi, cada fracaso me vuelve fuerte, cada error me deja una experiencia y eso me hace creer más en mi mismo, así como tú yo quiero un éxito rotundo pero no sólo para ti, sino para ambos, sea cual sea el camino que tomemos, el tuyo o el mío, tal vez el nuestro.

Tú y yo somos opuestos, mientras tu analizas yo siento, mientras tu calculas yo evalúo, mientras tu mides yo abrazo, así las cosas debemos ser felices con lo que somos y apoyarnos.

Disculpa que sea tan directo, pero no puedo esperar tu aprobación en muchos casos para hacer mi trabajo, porque tu te dedicas a lo físico yo me dedico a lo eterno. No quiero decir con esto que tu trabajo no sea importante, sencillamente que no te dejaré perder una oportunidad por tu miedo a fallar, yo soy muy arriesgado y por eso me han llamado tonto muchas veces, pero eso no me afecta.

Eres muy observador, me torcí un tobillo mientras admiraba un nuevo corazón, pero estoy bien, es cuestión de descanso, mientras yo me recupero tu sigue programando nuestra siguiente conquista.

Agradezco tus palabras y esfuerzo, estoy contigo, pero cuando te necesite, espero contar con tu ayuda para que entiendas el porque soy tan feliz.

Tu entrañable amigo
EL CORAZÓN


La carta

Hola querido amigo

Tengo la necesidad de escribirte, debido a que pretendo dejar un antecedente de que fuiste avisado de todo lo que pasa, he calculado la mayor cantidad de resultados y respuestas por lo que me atrevo a hacerlo así.

Mientras tú y yo caminemos hacia el mismo rumbo podemos ser dueños del mundo, sin embargo, a ti te da de pronto por correr como histérico hacia direcciones distintas a las que yo he trazado y aunque me gusta verte feliz y radiante, hasta el momento no ha habido ocasión en la que no te tropieces, te raspes, te sientas perdido, solo, decepcionado, triste, confundido, y un largo etcétera.

Soy yo quien preocupado por ti, te busca incansablemente y generalmente te encuentro cada vez más triste, cada vez más lastimado y lo peor de todo cada vez más incrédulo, no me cuesta trabajo curarte, cuidarte, y volverte a hacer caminar, pero realmente me preocupas.

Quiero verte feliz, sonriente, dichoso, lleno de energía complementaria, que te haga rebosante, que destelles tu verdadera magia.

Te pido de la manera más atenta que me dejes hacer mi trabajo, a mi me toca guiar, y a ti disfrutar, pero por el amor de Dios, ¡déjame hacer mi trabajo, me siento muy incomodo yendo a salvarte cada vez que cometes la tontería de salir corriendo, porque ya se el resultado! y odio infinitamente verte sufrir.

Me preocupa mucho que dejes de creer en ti mismo debido a los fracasos que has tenido, pero si me sigues te aseguro, es más ¡te prometo un éxito rotundo!, tú y yo juntos somos imparables.

En ti encuentro la pasión que a mi me falta, la fe, la felicidad, la ilusión, el anhelo, pero complementado con lo que se y con los resultados que puedo calcular haremos maravillas, sólo te pido, no seas tonto.

Busca una mujer inteligente, que te haga reír, que genere a tu lado planes en común, que quiera estar contigo y que aunque no pueda, su otro tú te pertenezca por su voluntad, puede que no sea la más hermosa, no te preocupes desde el momento en que la vemos analizo su peso, su altura, su carga genética, su carácter, su valor como persona, su educación, ¡TODO!, y si pasa mi aprobación tú podrás hacer lo tuyo, pero si yo no le doy mi voto aprobatorio por favor, respeta mi decisión, pues no la doy a la ligera.

Hoy por hoy veo que nuevamente estas lastimado, te cuidaré y te recuperarás, pero prométeme una cosa, me harás caso cuando te lo diga, y eso es porque te quiero infinitamente.

Sin más por el momento y esperando puedas responderme me despido, no sin antes dejarte un afectuoso saludo y agradeciendo de ante mano tu tiempo.

Atentamente
Tu amigo y fiel compañero
EL CEREBRO

miércoles, 19 de agosto de 2015

La niña y el árbol.



Cuenta una vieja leyenda que un día estaba una chica muy hermosa perdida en un bosque, sin alimento ni agua; cuando parecían sus últimos momentos de vida, buscó refugio bajo la sombra de un gran árbol, parecía tenebroso, pero algo llamó su atención como para considerarlo un buen lugar, así pues cuando ya se había acomodado bajo su resguardo dijo:

-Deseo un vaso con agua.

Sin reparar en lo que sucedía, al mirar a su derecha se encontró con la sorpresa de que ahí, justo a su lado había un vaso con agua.

Lo bebió tan desesperadamente que derramó un poco del vital líquido. Con un poco de más ánimo dijo:

-Desearía mucha comida para saciar mi hambre.

Casi al momento se dio cuenta de que frente a ella había una mesa llena de los más finos y deliciosos alimentos, corrió a comer sin siquiera pensar seriamente lo que pasaba.

Una vez saciada su hambre y contenta por el festín que se había dado dijo:

-Esto es casi un sueño, estaría completo si tuviera muchas riquezas.

y se sentó a descansar bajo la sombra de aquel extraño árbol, poco a poco a su derredor empezaron a aparecer varios cofres llenos de monedas de oro, coronas con incrustaciones de piedras preciosas, pulseras de plata y muchas  cosas más. Vivía un sueño, todo era perfecto, irradiaba felicidad hasta que dijo:

-Tanta felicidad no puede ser real, seguramente la envidia me asechará.

De entre la maleza que cubría aquel magnifico bosque se escucharon unos pasos, por entre las hojas se dejó traslucir un ser oscuro.

-Ese extraño ser debe ser horrible.

Al momento la presencia se hizo visible y efectivamente era un monstruo.

-Seguro viene a robar mis riquezas y a matarme...

El final ya podrás imaginarlo.