El frío atormenta mi corazón, hace mucho no siento tu presencia, esa extraña vinculación que teníamos ha desaparecido, el tiempo ha hecho su trabajo, el miedo que lo acompañaba fue mordaz, su víctima, casualmente he vuelto a ser yo.
Con una extraña melancolía que me embarga, me he cuestionado respecto a todo y me di cuenta que si existe el infierno y es al que nos sometimos a través de la distancia, del tiempo, que brillantes somos, una coraza impenetrable, pero solos al final del día, podemos estar rodeados de personas, pero seguimos solos, que gran ironía.
Tal vez hablo por los dos, tal vez sólo hablo por mi, me gustaría que esto último fuera cierto ya que odiaría mucho que por alguna decisión que yo haya tomado tu estés sufriendo.
Intentaré dormir, aunque mi cuerpo no este cansado y mi alma este peleando desesperadamente, intentaré soñar aunque de nada valga un sueño vacío, donde no hay ilusión, donde no hay compañía, intentaré vivir, aunque no te tenga, aunque no cuente con un motivo para levantarme.
Me retiro, no por miedo a pelear, sino porque se que no quieres eso, jamás me verás de forma distinta y eso es en su esencia una batalla perdida desde el inicio, porque para avanzar en estos temas se requieren dos y aquí yo sólo veo uno, sólo me veo a mi.
Se feliz.