lunes, 1 de julio de 2013

Una noche en el aeropuerto.



La noticia de mi primer viaje en avión a mi familia le causó un malestar, pues la premura del viaje lo asociaron con lo que era obvio, el amor y como ya conocían el nombre de la hermosa mujer que giraba en mi mente, las sospechas no se hicieron esperar.

Avancé en el plan sin detenerme, con la esperanza latente de que se cumpliera el designio divino de vernos, pero mi voluntad no bastó en este caso, pues el amor se construye con una pareja.

Al llegar al aeropuerto me di cuenta de la soledad que se siente cuando dejas todo lo que conoces por un sueño, por esa ilusión de hacer algo que crees correcto y que pese a todas las circunstancias en contra, te aventuras a tener éxito, ya lo decía yo, el éxito es un camino algo solitario.

Pasé los filtros de seguridad, y sin nada más que mi mente decidí echar un vistazo por ahí, compré un café unos roles glaseados pues su diminuta figura me pareció extraordinaria y una vez preparado para la espera del vuelo con todo lo que necesitaba para crear me puse a escribir.

Esta es una de esas ocasiones en las que aún rodeado de personas, me siento solo, quisiera mandarte un mensaje diciéndote "ya no tardo en llegar a tu encuentro" pero no puedo, pues las circunstancias me lo impiden; pudiera hablarlo con muchas personas más o enviar otros mensajes pero sencillamente no tengo la motivación, el deseo, es justo en estos momentos en los que me siento solo y en el fondo sé que no llegaras pero aún así yo si me presentaré, porque para mi romper una promesa no es opción.

Después de una larga espera por fin, vuelo 2214 puerta 7, se abrieron las puertas de par en par, mientras que la persona que revisaba los boletos decía "Destino a Guadalajara, baje las escaleras y aborde el camión de la izquierda" por dentro reí hasta llorar y pense - ¿camión? mis huev... el viaje en camión a Guadalajara tarda como 16 hrs, y yo pagué por un viaje en avión, y en avión me voy, después de tener la satisfacción de abordar mi avión, mi alma descansó, ya no había marcha atras era un hecho, estaba a una hora de cumplir con mi promesa, independientemente de la decisión que tú tomaras, yo ya había llevado a cabo la mia.

Buenas y malas decisiones son las que tomamos en la vida, pero no hay que arrepentirnos de ninguna de ellas, yo por lo pronto puedo decir que tengo la satisfacción de creer que hice en su momento lo correcto, juzgar mis actos desde fuera me llevan a comprender que mi camino está lleno de éxitos por todo lo que pasó aquella noche.


sábado, 20 de abril de 2013

¿Maestro?



Una vez en un monasterio se encontraba sentado en meditación el Maestro, cuando fue interrumpido por un nuevo integrante de su ideología.


- Maestro, necesito saber algunas cosas, pues quiero ser como usted.

- Jamás podrás ser como yo, pues el Maestro de Maestros jamás se equivoca y te dio características únicas, por lo que, será mejor que seas como tú mismo, es ahí donde encontrarás el éxito.
- Si sigo tu consejo mi éxito lo obtendré pronto.
- No corras en un camino pedregoso como lo es la vida, pues incluso quien lo ha caminado mil veces, puede tropezar por la modificación del camino en una milésima de su estructura.

- ¿Por qué fallamos en nuestro camino?
- Todo es creado por la mente universal, incluso los que tú llamas errores, están hechos para tu crecimiento personal.
- No lo entiendo, porque no nos hace la vida fácil.
- La mente, el espíritu y el cuerpo necesitan ejercicio, así pues tu mente con cada problema se entrena para resolverlos, el espíritu con las tentaciones del mundo y el cuerpo con la actividad física.
- Entonces necesito más problemas para tener una mente fuerte, alguna vez escuche a alguien que dijo, "domina tu mente y dominarás al mundo".
- Eso es muy cierto.
- Maestro, ¿usted domina su mente?
- Sí.
- Y, ¿por qué no ha dominado al mundo?
- Porque quien realmente ha dominado su mente, no necesita de dominar al mundo para ser feliz.
- ¿Cómo obtengo la felicidad?

Con una sonrisa condescendiente el Maestro miró a su discípulo y le dijo, amando todo tal cual el Maestro Universal lo ha creado, pero se que eso no lo entenderás hoy, sin embargo, la vida por tu curiosidad te dará todas las respuestas, incluso las que yo no tengo.

El Maestro se levantó, y cual si fuera un padre llevó al nuevo estudiante en una serena caminata por el monasterio, mostrándole las respuestas a los misterios universales, en las cosas más sencillas que tenían a la mano...

martes, 16 de abril de 2013

Magnetismo humano


La mayoría de las personas piensan que el aura es un invento de personas locas, sin embargo, existen en estos momentos estudios científicos que demuestran que el ser humano es como una gran batería, y la carga electromagnética que produce es completamente cambiante.

Este campo electromagnético que no se ve a simple vista o que mejor dicho la mayoría de las personas no alcanza a percibir, tiende a ser modificado por los estados de ánimo de las personas, creando tonalidades de luz muy variadas que se pueden percibir con la cámara Kirlian.

El estudio de este fenómeno pasado por alto durante mucho tiempo está ayudando a la medicina moderna para diagnosticar a las personas respecto de algún desorden que tengan.

Los colores básicos de nuestras auras son:

  • Rojo;
  • Naranja;
  • Amarillo;
  • Verde;
  • Azul;
  • Índigo;
  • Violeta;
  • Rosa;
  • Bronce;
  • Plateado;
  • Dorado; y
  • Blanco

Cada uno de ellos se interpreta de distinta forma y tiene sus implicaciones médicas, pero también sociales y a esta última nos haremos referencia en una publicación posterior.

El aura mantiene un contacto con todo, pero entre más lejano de la persona esté el objeto o algún otro individuo es menos intenso y más difícil su estudio.

Sin embargo, podemos decir que en un rango de 3 metros puede existir un contacto fácilmente perceptible.

En algunas ocasiones pueden presentarnos a alguien y de primer momento esta nueva persona no nos agrada del todo, hay un cierto rechazo, que no es provocado por lo visible, aquí le decimos "tiene la sangre pesada" sin embargo, es una incompatibilidad de auras, esto quiere decir que al momento del contacto (no me refiero al contacto físico sino energético) ambas auras se mezclan, algunas son como agua con agua y otras tantas como agua con aceite y es a éstas últimas a las que nos referimos.

Cuando esto llega a pasar es conveniente no tener contacto continuo con estas personas ya que pueden ir desgastando tú energía, o en su defecto generar un portal oscuro, que quiero decir con esto, es sencillo, al momento de unir ambas auras por la cercanía física, por no llevarse adecuadamente y por ser energía fluyendo se genera una especie de hoyo negro entre ambas personas minúsculo pero atrae energía negativa, lo que produce malos entendidos, problemas de salud, irritabilidad sin aparente causa etc.

El aura de las personas es su primer yo, si no esta comoda en algún sitio lo mejor es retirarse.

Así mismo pasa con algunas otras personas, cuando las conoces energéticamente son tan compatibles que sin causa alguna se caen muy bien, ese tipo de contacto se debe de cuidar, mantener y buscar que progrese, lo que te dará como beneficios un mejor estado de ánimo, buena salud, bienestar emocional, entre otros.

El magnetismo humano negativo, ensucia tú energía, y cada persona con la que tienes contacto le transmites esa carga negativa (se desahoga tu aura), para recuperar su equilibrio. Existen algunas personas a las que yo llamo transmutadores de energía, estos son amig@s muy valiosos para el bienestar universal ya que absorben la mala vibra de las personas, la procesan casi instantaneamente y la irradian como energía positiva.

Estos transmutadores de energía los puedes identificar fácilmente porque son muy sociables, ¿cuántos de nosotros no tenemos amigos que son buenos escuchas y que siempre tienen una respuesta a nuestros problemas?, pues ahí lo tienes, estas personas reciben tú energía negativa, la procesan y la irradian en energía positiva, unos son mejores que otros, hay personas que con el simple hecho de verlas te transmiten tranquilidad, pues sin duda alguna ese es otro ejemplo de un transmutador.

Si aprendes a ocupar este conocimiento a tú favor, sin afectar a nadie mas estoy completamente seguro de que crearás una sociedad más justa a tú derredor.


lunes, 8 de abril de 2013

5 consejos para vivir eternamente enamorados!



"1. Protege a tu Mujer/ Respeta a tu Marido.

La principal necesidad emocional de la mujer es sentirse protegida. Esa es la responsabilidad número uno del marido. Eso significa hacerla sentir amada y apreciada en todo momento, ella es tú prioridad número uno.

La principal necesidad emocional del hombre es sentirse respetado por su mujer. Cuando él llega a casa, quiere sentir que por lo menos hay una persona en el mundo que lo considera importante. Eso significa colgar el teléfono apenas él entre por la puerta principal.

2. Relacionarse como buenos amigos.


Una de las siete bendiciones que reciben el novio y la novia debajo del palio nupcial es que se conviertan en "amados amigos".


La clave de la amistad es que cada persona valora y respeta las necesidades y los sentimientos del otro. Valorar significa: lo que es importante para tí, es importante para mí. Esta es la clave para que tú pareja se sienta amada.


3. Recuerden las 4 palabras mágicas: Escuchar, Comprometerse, Reparar y Agradecer.


Acuerden una regla básica al comienzo del matrimonio:


No importa cuan enojados estén, nunca se ataquen verbalmente. Pelear con insultos sólo agrava la situación y deteriora la relación. En vez de pelear, implementen las cuatro palabras mágicas:



  • Escuchar: Es esencial para trabajar juntos y resolver los problemas. Deja que tu pareja hable sin interrupción y luego repite lo que acaba de decir. De esta manera tu pareja se sentirá escuchada.
  • Comprometerse: Esfuércense por resolver los problemas de manera que los dos estén felices con a solución. Ninguno de los dos debe sentirse presionado a aceptar el punto de vista del otro.
  • Reparar: Cuando se lastimen emocionalmente, reparen la brecha y remuevan todos los sentimientos de enojo y resentimiento. Busquen el 100% de la reconciliación. Un pequeño resentimiento que se repite varias veces puede crear un muro de rencor.
  • Agradecer: Decirle gracias a tu pareja nunca está de más. Date cuenta todas las cosas que tu pareja hace por tí y agradéceselo con sinceridad.
4. Establecer límites fuertes.

Tu pareja es tu prioridad número uno, no tus padres, amigos, familiares, hijos, trabajos o pasatiempos. Establece límites fuertes que demuestren que valoras tu matrimonio, y no permitas que nadie ni nada debilite tu relación con tu pareja.

Eso significa satisfacer las necesidades de tu pareja antes que las de tus padres, llegar temprano a casa para pasar un buen momento juntos, y dejar libre una o dos noches por semana para tener citas románticas.

5. Darse placer uno al otro diariamente.

El matrimonio se trata de hacer sentir bien a tu pareja y de esforzarte por darle placer diariamente - de acuerdo a sus términos. Si ella dice que le gustan las lilas, no le traigas rosas porque tú crees que son más románticas.

Descubre que cosas necesita tu pareja - afecto físico, palabras de aliento, regalos, ayuda (ayuda en las tareas del hogar, haciendo diligencias), pasar buenos momentos juntos, etcétera - y acostúmbrate a darle esto diariamente.

Vas a disfrutar dando, más que recibiendo."(1)

Me parecieron muy buenos principios los que nos proporcionan, en algunos no estoy completamente de acuerdo, ya que creo que la realidad es modificable, sin embargo, los comparto con ustedes porque pueden llegar a mejorar la vida en pareja si los amoldas a tu realidad, espero sepas apreciar estos 5 consejos y te deseo a tí y tu pareja una vida larga, sana y feliz.

___________

(1) https://www.facebook.com/MesianicJewish

sábado, 6 de abril de 2013

Un mágico y ordinario día.


Por la mañana del día de hoy, desperte con ansias locas de no pararme, sin embargo, tenía que hacerlo por mis múltiples obligaciones que debía desarrollar (inscribirme a la escuela), así que, de una manera sutil me levanto mi mamá a punta de gritos.

Al momento y cual gendarme me dispuse voluntariamente a levantarme, ya con el alma despabilada y el frio de la mañana me meti a darme cual rey una fresca ducha (me metí a bañar y no había agua caliente), una fresco y con el espíritu alegre que me caracteriza me vesti adecuadamente para realizar mi gran compromiso matutino en donde la mayoría de los asistentes fueron previamente invitados una vez cubierta su cuota de inscripción.

Saliendo de mi mansión de chorrocientosmil centímetros me dispuse a esperar mi transporte, el cual les comento es un flamante Mercedez benz de 48 plazas casi casi una limousina (el camión) el cual guarda un sin fin de sopresas, cual espacio de cositas, sombrero de Barney o bolsa de Hermione, lo cual yo no había descubierto hasta esta mañana.

Detuve a mi chofer con una sola señal (le hice la parada), una vez que se detuvo me di cuenta que venia altamente preparado ya con fanseses arriba y un cadenero a la orilla que hacía un llamamiento a abordarlo con la frase alegre de "Subale hay lugares (lease con tono chaca)".

Una vez agradeciendo sus finas atenciones con una previa propina (mi pasaje), observe que los lugares V.I.P (hasta enfrente) ya me habían sido reservados.

Cual si fueran polas atenciones de mis dos subalternos para no ser molestado por las porras y los gritos de mis fanseses, pusieron la música a todo volumen festejando mi entrada y viaje triunfal (Ibamos escuchando charanga).

No obstante de mis multiples alegrias que me causaban con sus finas atenciones dicho transporte había sido tuneado, de retrovisores, contabas casi casi con una luna de espejo (el cristal roto a media luna), vidrios polarizados, con  la alta tecnología que nos caracteriza a nosotros los mexicanos (una mica de 20 pesos)y un asesor experto en transito terrestre que le informaba al comandante de la unidad "vienes, vienes, vienes, si pasas (lease con un tono chaca)".

Aproximadamente cada 5 a 10 minutos, recibíamos gratamente con la fiestota a un nuevo fansenses (Subían más pasajeros).

Llego el momento en el que mi limousine personal había quedada abarrotada y se volvió un sauna por cortesia del capitan y sancho panza (Hacía un calor de miedo).

Como era previsible, me engenté pero sin querer hacer mayores aspavientos, decidí solicitarle al chofer el cual era una distinguidísima persona (por ser calvo), me de dejara descedender de manera discreta para no causar un revuelo inecesario y desagrado a mi fanseses (me bajé del camión).

Ya más fresco decidí realizar una caminata matinal cual si fuera una caminata zelta, por las alturas de que disponía al momento (caminé y subí un puente). La magnifica vista que me proporcionaba la altura me dejo apreciar la realidad en la que me encontraba, y para no sentir vertigo, descendí hasta ver nuevamente uno de mis tantos choferes particulares que venía llamando mi atención con su particular sonido de clacson la cucaracha.

Una vez que lo divisé a lo lejos, le hice la seña que me caracteriza para detener su gracil huida (le hice la parada), saludé como lo dictan los cánones sociales a mi chofer y haciendo un huequito mas en mi bolsillo, me dispuse a dar el día de hoy una segunda propina.

Ya más tranquilo me percaté de que este otro chofer no me tenía contemplado en su viaje, pues la cantidad de fanseses que estaba abordo, era inferior al número del camión del cual me había bajado previamente, sin embargo, los comensales que en este nuevo viaje me acompañaban eran internacionales, pues en el asiento de atras estaban dos chinos (de china), en el de alado había un negro (de africa) y al fondo una rubia a fuerza que parecía medio gringa(mexicana que se tiñó el cabellos).

El viaje fue corto, pero llegamos a nuestro destino.

Decidí en el último instante por no contar con mi carro particular, caminar un poco hasta llegar a la cita pactada desde el inicio, al rayo de sol incandescente  me tuve que formar como cualquier mortal, lo que me dejó un bronceado como si hubiera ido a la mejor playa del mundo, me relajé cuanto pude, y avancé pacientemente para que me atendieran y poder realizar la inscripción, tardé en la fila más de una hora, y en que me inscribieran sólo cinco minutos (algo frustrado).

Después de toda la odisea que llevaba recorrida, me dio un poco de hambre, así que invité a una niña muy especial para mi a comer en un restaurant gourmet chino con excelente atención (un puesto de comida china cualquiera), donde nos dieron a escoger entre varios de los cuales decidimos probar un poco de todo (buffet), la dueña del lugar amablemente nos sirvió los guisados con tenedores como es costumbre comer aquí en mi país, sin embargo, para apreciar la comida correctamente se debe comer como las costumbres del lugar del que vienen (con palitos chinos), así que presto y con amabilidad, solicité a la dueña me proporcionara unos cubiertos acorde a la ocasión, ella sorprendida me cuestionó respecto de si sabía comer con ellos, y yo de manera sincera y desvergonzadamente di un no como respuesta, presta a cubrir la deficiencia me dio una clase altamente profesional, prácticamente especializada de como usar los palitos chinos, lo cual retransmití a mi acompañante, y comimos. La verdad me fue muy facil comer con palillos chinos pero a mi acompañante no tanto, incluso la dueña del lugar me felicitó.

En la comida sostuve un fuerte combate de kung fu, por las bolitas de pollo dulce que estaban en el plato y los chícharos del arroz, sólo se escuchaba el crujir de los palitos chinos al contacto, he de reconocer, que la última bolita la perdí no sin antes arrancarle en la batalla un cacho (esto si es literal), así pues, agotados de tan sangrienta batalla, fui invitado a un magno y exclusivisimisimo evento (ir a ver una película de cine), en donde asistieron únicamente cuatro personas (por eso digo que era exclusivisimisima), en la reseña se establecía "Genero: Terror", al entrar a la oscura sala el ambiente era propicio para el desarrollo de la trama, pasamos más de una hora al filo del asiento esperando con ansias el momento del abrupto (el cual jamás llegó), ya un poco agotados decidimos regresar a casa, no sin antes rememorar uno de nuestros más geniales días, como los otros 365 que ofrece el año.

Esta historia es para recordarte, que tu puedes hacer de un día ordinario uno extraordinario, esto es sencillamente un acto voluntario. 

viernes, 29 de marzo de 2013

De noche...


Todo mundo piensa que de noche duermo, pero no es así, cada noche proyecto mi mente hacia los objetivos que quiero emprender por el día, hasta que apareciste tú, la sola idea de tenerte a mi lado generó en mi una energía difícil de describir, esas noches, dejé de ver por mí y empecé a ver por ambos, pero el destino me tenía una gran lección que no esperaba, la distancia un oceano más temible que el Atlántico.

Por algo pasan las cosas, una frase que oculta la impotencia del "no pude hacer más" es lo que hoy corona mi noche.

La idea del que hubiera pasado, si... es la que nunca me ha dejado vivir tranquilo, es por esa circunstancia que todos los días le arranco a mi destino esa decisión, para que cuando mire hacia atrás diga, jamás me detuve, aún en contra de las circunstancias.

Esta noche mi energía no fluye como antes y ambos sabemos por que es, sin embargo, puedo decir que lo vivido fue genial; aprendí mucho, me hiciste una mejor persona y aunque hay que seguir por caminos distintos puedo asegurar que lo viví intensamente, y que he preferido vivir el instante de un sueño contigo, a la fatídica realidad con muchas otras.

Te fui fiel desde el comienzo, aún en contra de los pronósticos que dictaron muchos, y aunque se siguen preguntando el por qué de mi decisión, he preferido mantenerte únicamente para mí, no por egoismo alguno, solamente para que el recuerdo no sea manchado por comentarios frios y banales que harían las personas, sin saber la historia que hemos escrito.

Muchas cosas de este basto universo no las entiendo, pero las vivo con gran intensidad y compromiso.

De noche soñé despierto, creaste una hermosa ilusión, me hiciste feliz, tanto como para contemplar la idea de renunciar a todo, avanzar, sin miedo y hasta donde me alcanzaran las consecuencias de mis decisiones presentes, pero haz decidido cosa distinta.

Sólo quiero dejar en claro, que lo que siento por tí no cambia en nada por la decisión que hemos tomado, pues si bien es cierto tu fuiste la que inició esta inactividad, también he tenido responsabilidad al no seguir insistiendo.

¿Qué nos depara el destino? de verdad, que, no lo sé, y si se me diera la oportunidad de saberlo, preferiría no ser curioso, pues junto a tí cada noche ha sido una maravillosa sorpresa.

Hoy por hoy, no veo la magia que esconde el brillo de la luna, a mis ojos se ve sencillamente normal.

Mientras buscábamos respuesta u orientación para esto, me di cuenta que no hay decisiones buenas ni malas, y que no soy nadie para erigirme juez y dictar lo correcto o no, pues soy una persona que no esta exenta de errores.

Creo que la decisión que tomamos fue la menos peligrosa, y con la que se va a vivir más tranquilamente.

Nos falta mucho por crecer y varios proyectos que realizar, así que seamos libres de hacerlos pues fue mucho de lo que nos enamoró, o de lo que generó el sentimiento de cariño, o de lo que fuere que hayamos sentido.

Deseo de corazón que encuentres tu felicidad, tu centro, aquello que te mantendrá en un estado sublime en este mundo y como siempre... no dejes que nada borre esa hermosa sonrisa que tienes.

Estas noches tan productivas para mí un remedo de escritor, que te tomaron sin permiso alguno como la musa de inspiración, han bajado la intensidad de la luz divina, para entrar casi en la penumbra, sí así como lo lees, fuiste musa sin saberlo.

Esta noche parece tan larga y fria sin ti, que mejor iré a dormir como cualquier mortal, tal vez en el sueño encuentre lo que he buscado tanto tiempo y si no es así, por lo menos descansaré un rato.

Pero sonríe, no pretendo ser nostalgico o escribir cosas tristes, mi intención es hacerte saber que me devolviste un poco de vida para continuar, que de forma humilde por no tener mejor regalo que entregarte, te escribo.

Sin nada más que escribir... ILL.


miércoles, 20 de marzo de 2013

EL DESPERTAR DE UN GIGANTE





Aquella noche, en las penumbras de la mente, se gestaba una pequeña chispa que nadie esperaba; la chispa de la curiosidad.


A los alrededores de esa fría cueva no había nada que no fueran árboles y pasto, cuando de pronto, detrás de un gran y viejo roble se asomó una niña de grandes ojos, de figura menuda que andaba curioseando por el mundo.

No tardó mucho en encontrar lo que a sus ojos era la promesa de una gran aventura, y con un espíritu tan indómito como el que la caracterizaba se volvió la oportunidad perfecta para seguir avanzando en su propio conocimiento de sí misma.

Poco a poco fue abriéndose paso en dicha caverna, con paso firme al inicio, y un poco vacilante cuando se vio rodeada de tal obscuridad que no le permitía verse a sí misma, hasta que la luz del sol perdió su brillo encantador. Aún con el miedo que caracteriza la noche más obscura siguió avanzando, no por ánimo racional, su corazón le dictaba avanzar más y más, hasta que encontró a su paso un gran montículo, al inicio parecía normal pero su tacto le revelo una figura extraña, lo rodeó varias veces para estar cierta en que su imaginación no la engañaba.
  • ¿Tienes nombre? -preguntó-
En el momento se escucharon caer varias piedras dentro, y un aparente quejido grave que hizo retumbar el lugar.
  • ¿Quién ha osado despertarme?
  • Yo - contestó la niña-
  • ¿Por qué me has despertado de mi gran sueño?
  • Mi corazón me ha dictado llegar hasta aquí.
Más piedras cayeron, algunas junto a la niña, que aún en esa situación, no tenía miedo alguno.
  • ¿Qué clase de guerrero eres y por qué has venido a mi recinto?
  • No soy ningún guerrero, soy solamente una niña, y he venido por curiosidad.
  • Nadi absolutamente nadie ha llegado hasta aquí sin interés alguno, así que no pretendas engañarme -aumentó el tono de voz el Gigante-
  • Pues no se que clase de personas lleguen aquí, sobre todo por el estrecho y tenebroso camino que hay que atravesar para llegar.
  • Bien, bien, ya estás aquí, pide algo, pronto, y vete para poder dormir nuevamente.
  • Se mi amigo.
  • ¿Qué clase de petición es esa?, puedo darte conocimiento, poder o fortuna, sólo pídelo y déjate de bromas.
  • Jajaja, no quiero nada de eso, sólo quiero que seas mi amigo.
  • Mmm, eres una criatura muy extraña y no tienes la fuerza suficiente para enfrentarme, aunque darte lo que pides parece sencillo.
  • Jajaja, es una de las cosas más difíciles del mundo.
  • Tonterías, te lo entregaré, pero dime en donde buscarlo.
  • Jajaja, lo que quiero está en tí.
  • ¿En mí?, no juegues conmigo, tengo un temperamento muy poco tolerante.
  • De verdad, ¿quieres jugar?
  • No, hace mucho tiempo no salgo a la luz del día.
  • ¿Por qué no?
  • Las personas como tu me dicen monstruo, me intentaron cazar alguna vez y me arrojaban cosas, provocaba pánico desde el primer instante y supongo que no serás la excepción, pero en esta tranquila penumbra no me puedes ver, es por eso que aún no haz salido corriendo.
  • Jajaja, deja de negarte y vamos fuera.
En ese momento la niña tocó lo que ella calculaba por su recorrido era la mano del Gigante, lo que provocó en él una sensación de temor.
  • Espera, ¿por qué no me temes?, ¿qué acaso el peligro que corres a mi lado no te causa ningún miedo?, ¿no sabes qué dicen de mí?.
  • No y no me importa. Me caes bien.
Sorprendido aquel Gigante y un poco tímido decidió probar a la niña, así que rugió tan fuerte como sus pulmones se lo permitieron, la caverna se cimbró completamente y la niña gritó también. Asustado por la reacción, se agachó tanto como pudo.
  • Siento mucho haberte asustado, necesitaba saber que tan peligrosa eras.
  • Tonto -susurró la niña, y al momento un pequeño sollozo se dejaba escuchar en la caverna-
  • De verdad lo siento - estiró su gran mano y tocó a la niña con un solo dedo, con la delicadeza que sólo un verdadero amigo lo hace-
  • No lo vuelvas a hacer, de verdad que si das miedo -fue la frase de la niña mientras abrazaba aquella falange- supongo nadie te visita y tampoco creo que tengas muchos amigos.
  • Jojojo, así es, esta cueva ha sido mi hogar por mucho tiempo, salgo una vez por mes a buscar frutos para comer, y regreso bajo el manto de la noche, para no dañar a nadie.
  • Tu eres entonces "El monstruo de la luna llena".
  • Sí, así me dicen algunas personas.
Jalando un poco el dedo de aquel Gigante le dijo, vamos a fuera, es un gran día para correr y jugar en el bosque.

El gigante un poco desconcertado se levantó y tomó a la niña con gran cuidado entre sus manos.
  • Ven, saldremos por donde siempre salgo -caminó unos cuantos pasos y giró a la izquierda, luego, un poco a la derecha y delante de ellos se alzaba una gran grieta que a lo lejos dejaba ver que se escabullía un haz de luz-
  • Orale, este es el camino que tu ocupas, jejeje, me preguntaba como hacías para entrar en la cueva, pues el camino que yo ocupé es muy estrecho.
  • Jojojo, por donde tu entraste no cabe uno sólo de mis dedos, pero luego me encargo de tapar esa grieta.
  • Y... ¿cómo te visitaré después?.
  • ¿Después?...
  • Sí, después, una amistad se construye poco a poco.
Un poco desconcertado el Gigante bajó a la niña al suelo después de salir y le dijo:
  • ¿Estas diciéndome que volverás aquí a buscarme y despertarme varias veces, y siempre tengo que salir para jugar contigo?
En ese momento la niña alzó la mirada para ver al Gran Gigante pero los rayos del sol no le permitían distinguir aún su rostro.
  • Pues... sí, así funciona esto de la amistad.
  • Ya no me está agradando la amistad, cada que salgo es un riesgo para el mundo.
  • No, no eres un peligro, solamente deben de conocerte un poco más.
  • No quiero que me conozcan más, somos felices, sin conocernos.
  • Jajaja, eres muy extraño.
  • No se como tomar ese comentario viniendo de tí que buscas la amistad de un Gigante.
  • No la busqué, sólo la encontré, aparte tal parece que tener de amigo a un Gigante es un tesoro, hasta estabas bajo tierra.
  • Solo ten cuidado, no te cruces en mi camino no vaya a ser que te pise sin querer.
La mirada de la niña se abrió tanto que no supo que decir.
  • Jojojo, no es cierto, no soy tan torpe como para pisarte, pero ten cuidado, jojojo.
Ese día, más tarde, la niña pudo distinguir la figura del gigante completamente a la luz del sol.
  • Hemos jugado hasta tarde, es tiempo de que te vayas a tu casa y yo a mi caverna, anda ve.
  • Gigante, ¿cómo te llamas?
  • Nombre no tengo, siempre me han llamado monstruo.
  • Ese nombre no te queda jajajaja, te llamarás Drako.
  • Mmm, anda ve a tu casa - la encaminó con el dedo, que al momento la niña abrazó-
  • Te quiero Drako, no eres malo como dicen.
  • Tal vez tengas razón per aún así, ya vete.
  • ¿No quieres saber mi nombre? -preguntó la niña-
  • ¿Tengo que saberlo?
  • ¿Cuál es tu nombre?
  • Me llamo Lamaha
  • Es un extraño nombre, pero muy bello, digno de una bella niña como tú.
  • Gracias Drako, ahora que ya sabes quién soy me iré, pero volveré pronto a visitarte.
  • Es lo que me temía -dijo el Gigante con un tono de sincera aprobación, más que de molestia, así que intercambiaron sonrisas y ambos se retiraron-
Aquel Gigante no contaba con amigo alguno y un tanto aletargado de sentimientos por su incansable sueño, volvió a la caverna, se sentó en medio de la nada y se puso a pensar que rayos fue lo que había pasado, como con sus antecedentes de haber destruido pueblos enteros, guerreros que parecían invencibles y una que otra criatura mítica fue convencido por una niña para jugar.

Poco a poco, ahogado en sus pensamientos fue cayendo en un profundo sueño.

La niña por el contrario al llegar a su casa contó a sus papás y amigos que había hecho un gran amigo, y vaya que era grande, se sentía muy emocionada pero a todos les ocultó su verdadera naturaleza, por el momento, ya que muy en el fondo sabía lo que podrían pensar de aquel contacto.

A la mañana siguiente, la niña volvió a la caverna muy temprano, mientras el Gigante seguía dormido y habló con voz baja pero muy dulce:

  • ¿Drako?
  • Cinco horitas más, por piedad -balbuceó el Gigante-
  • ¡Drako, despierta!
  • ¿Qué está pasando aquí?, ¿quién importuna mi sueño?
  • Yo
  • Lamaha, ¿qué haces a estas horas por acá?, ¿qué no sabes que los Gigantes dormimos mucho?
  • No sabía, pero es un lindo día para jugar.
  • Estos desvelos no le harán bien a mi naturaleza, te lo puedo asegurar.
  • Jajaja, no seas gruñón y levántate, el sol está muy brillante hoy.
  • De verdad que no se como tiene tanta energía una persona tan pequeñita como tú.
  • Jajaja, ya, sígueme.
  • Está bien, iré.
Al salir del hogar obscuro y un tanto húmedo de Drako, la levantó entre sus manos y la acomodó en uno de sus hombros, para dar un paseo.

En poco tiempo atravesaron todo el bosque y la llevó a conocer unos hermosos paisajes que de otra manera no hubiera podido conocer y regresar a tiempo a casa, rios y pequeños lagos donde se daban cita otras criaturas que vivían a los alrededores y que su naturaleza inocente hacía que no le temieran al Gigante.

Así pasaron varios años, entre viajes y aventuras de ambos, a veces sólo se sentaban al sol a charlar, hasta que atardecía, se conocían y caían tan bien que se volvieron inseparables.

Un día estaba prevista ya la cita de costumbre, pero la niña no llegó, Drako preocupado empezó a recorrer el bosque, los lagos, los ríos y uno que otro recoveco en el cual jugaban frecuentemente para encontrarla, pero fue inútil.

Se sentó esperando, atento a los movimientos entre los árboles pero de Lamaha no había noticia alguna. Al atardecer de ese día volvió el Gigante a su cueva algo confundido y preocupado, aquella noche no pudo dormir, pensando en terribles acontecimientos, hasta que por la mañana muy temprano, cuando aún no despuntaba el sol, Drako salió rápidamente hacia la casa de Lamaha, discretamente, tanto como pudo buscó, por aquí y por allá para saber si estaba bien pero ni sus luces, así que para cuando cantó el gallo, él se encontraba en medio del pueblo, tenía que salir inmediatamente de allí, si lo veían sería el fin.

Corrió como nunca antes con el sigilo de un gato, pero justo antes de salir del pueblo, una pequeña puerta se abrió, era la de un temible enemigo de antaño que lo alcanzó a reconocer, se volteó para mirar y al momento vio la mordaz espada que cargaba consigo aquel ingente caballero.
  • Detente ahí monstruo -gritó el caballero-
El Gigante presa del miedo brincó sin mucho esfuerzo una cerca y huyó.

Una vez llegando a su caverna suspiró y se preguntó a sí mismo donde había estado aquella noble alma que lo llamaba amigo.

Días después volvió la niña, aquella de rostro angelical, de un alma pura, tan sonriente como la primera vez.
  • ¡Drako! -Gritó-
  • Lamaha, ¿eres tú?
  • ¡Sí!
  • No me vuelvas a dejar, por tanto tiempo, mi corazón casi se parte en dos.
  • Jejeje, estuve un poco enferma y es por eso que no pude estar contigo, pero he vuelto, para seguir siendo felices...
En ese punto del reencuentro fue cuando el Gran Gigante se dio cuenta de que quería a Lamaha, por lo que era, por como lo hacía sentir, porque ella representaba lo mejor de sí mismo.

Lamaha un tanto más diestra en eso de los sentimiento le dijo al Gigante que lo quería mucho, que él representaba la fuerza que ella aparentemente no tenía, así transcurrieron otros años, jugando, divirtiéndose, en pocas palabras conociéndose a fondo.
  • Lamaha, tengo que confesar que desde hace tiempo el cariño que siento por tí es desbordado, no se como explicarlo...
  • Supongo que lo que intentas decir es que me amas.
  • Por sobre todo... incluyendo aún a costa de mi propio ser.
  • Yo también te amo.
Esa frase confundía al Gran Gigante, pues era un sentimiento muy poco explorado para sí, pero aún así con mucha valentía continuó amándola.

Un día escuchó cerca de su caverna un estruendoso grito, en el cual reconoció un poco de aquel tono familiar de Lamaha, salió despavorido de su guarida hacia el bosque, y se encontró a una jauría de lobos, aquellos atormentaban la frágil inocencia de la bella Lamaha.

De un salto calló entre ellos y su noble amor, la levantó en brazos y la depositó sobre la copa de un árbol.

Los lobos no se hicieron esperar, una mordida a las piernas de un lado y del otro, presto para la batalla de un sólo golpe derribó a tres grandes lobos, mientras que otros tantos lo mordían ferozmente, ante el descuido de algunos de sus miembros; la lid se tornó sangrienta, se escuchaban lamentos de los lobos, quejidos del Gigante, gritos de súplica de la princesa, varios huesos fueron rotos de los enemigos, hasta que calló el último de los inmisericordes cuadrúpedos, no sin antes herir de muerte al Gigante que fue derribado por el cansancio y las heridas...

Como pudo, Lamaha bajó de aquel gran árbol hasta estar a lado de su gran amor.
  • Lamaha ¿estas bien?
  • Sí, pero no me abandones -se alcanzó a escuchar entre sollozos su dulce voz-
  • Estoy muy cansado -replicó el Gigante arrodillado y sanguinolento frente a la bella princesa-
  • Te amo, Drako, no me dejes...
  • No temas mi bella princesa, a donde yo voy es nuestro hogar, un paraíso tan grande que dificilmente lo podríamos recorrer por completo, pero recuerda que en mi tu haz hecho nacer la llama del amor, un recuerdo de éste mundo que no se compara a ningún tesoro conocido.
  • Aguanta, yo te curaré las heridas, sólo se fuerte.
  • La fortaleza de mi espíritu en tu compañía no es comparada con la de mi cuerpo en la lucha, ahora tengo que dejarte...
  • No por favor, resiste.
Las últimas palabras de aquel noble caballero, fueron...
  • Te amo.
Los sollozos de la noble princesa duraron más de 7 días, el recuerdo de un gran amor no permitía que su manantial salado como lo son las lágrimas se secara.

Tal y como aquel Gigante despertó ante el leve roce del cariño de una verdadera princesa, así empezó nuestra historia; despertando en mí el espíritu de un Drako desconocido, un cuento que continuará hasta en tanto nuestra felicidad no se pierda.

Un amor completamente distinto a todo lo que se conoce, de lo que se ha escrito o se escribirá, pero uno jamás sabe cuando caerá en estratagema por el amor incondicional que se tiene, mientras sigamos divirtiéndonos en el bosque de la vida, seguiremos sonrientes aunque el mundo se pregunte el por qué de tal felicidad.

Aquel y este Gran Gigante, no mueren pues son eternos, sencillamente se han dormido ante las inclemencias y los ataques de los lobos que a diario nos acechan... o ¿acaso es que la historia no termina como lo he previsto?...

El final lo escribimos juntos, día a día, y sí, sólo nosotros sabremos como continuará...

ILL...